Mi fascinación por las fechas me acompaña desde niño. Llevo días obsesionado por saber la de mi muerte.Conocemos la de nuestra llegada al mundo. ¿Y la de nuestro fin? Pienso en ello mientras espero el tren de mediodía. Consulto mi reloj… se acerca… ¡Ya viene!Noto las vibraciones de los raíles en mi espalda. La emoción me embarga mientras archivo en mi memoria: 22 de enero de 2012, 15 horas 3 minutos y diecinue…
Texto: Yolanda Nava Miguélez