Revista Salud y Bienestar

El colesterol

Por Facildedigerir @facildedigerir

Texto original escrito por Ana.  

Últimamente se considera al colesterol como uno de los grandes “villanos” que afectan la salud. Pero como muchas sustancias, el colesterol no es bueno ni malo, lo incorrecto son los malos hábitos alimenticios que nos han llevado a saturar nuestras arterias con él.

El colesterol es un tipo de grasa vital para el funcionamiento de nuestro cuerpo, de hecho, el hígado lo fabrica y tiene funciones importantes como la producción de hormonas (entre ellas las sexuales), la vitamina D y los ácidos biliares.

Nuestro cuerpo produce la cantidad que necesita, el aumento de los niveles de colesterol en sangre y sus terribles consecuencias provienen del exceso de colesterol que recibimos de los alimentos.

Tipos de colesterol

El colesterol viaja en nuestra sangre unido a lipoproteínas, que son proteínas especializadas en transportar grasas. Se dividen en dos:

  • Lipoproteínas de baja densidad, llamadas LDL por sus siglas en inglés (Low-density lipoproteins). Transportan el colesterol del hígado al cuerpo. Cuando hay demasiadas en la sangre, forman depósitos en las paredes de las arterias llamados placa. Con el tiempo, la placa reduce la cantidad de sangre que puede circular llegando a tapar las arterias por completo. Cuando un placa se desprende, puede causar un infarto. A este tipo de lipoproteínas se les llama colesterol “malo” o dañino, por lo tanto debe controlarse y mantenerse en un nivel bajo.
  • Lipoproteínas de alta intensidad, llamadas HDL por sus siglas en inglés (High-density lipoporteins). Remueven el exceso de colesterol en la sangre y de las paredes arteriales y lo llevan al hígado para que sea desechado. Se les llama colesterol “bueno”, por lo que es importante mantener sus niveles altos.

Lo ideal es mantener los niveles de colesterol HDL altos y los de LDL bajos. La suma del colesterol total no debe superar los 200 mg/dl, que es el rango considerado normal.

Cómo reducir los niveles de colesterol

Los alimentos con alto contenido en colesterol son: mariscos, embutidos, chorizos, tocino, carnes rojas, quesos añejos, leche entera, mantequilla, crema, huevo, vísceras, manteca, chicharrón, alimentos procesados fritos (papas, pollo frito).

Es importante mencionar que el exceso de glucosa en sangre se convierte en triglicéridos, que a la vez forman colesterol. Por lo tanto es importante reducir el consumo de harinas refinadas y azúcares.

El primer paso es disminuir el consumo de estos alimentos.

Otras recomendaciones son:

  • Aumentar el consumo de fibra soluble que actúa como una esponjita que absorbe el colesterol en sangre. La pueden encontrar en legumbres, cítricos, cereales, semillas y avena.
  • Mantener un peso saludable.
  • Hacer ejercicio regularmente.

Y como dice la cumbia, no hay otra más que reducir el consumo de fritos, carnes, golosinas, azúcar y harinas. Ni hablar.


 


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