El Congreso aprueba la Ley Sinde

La censura es ya una realidad




Finalmente, la Ley Sinde, como todos veníamos previendo, fue aprobada ayer mismo en el Congreso, siendo PSOE, PP y CiU los que votaron a favor. La ministra se ha salido con la suya y a partir del verano podría ser aplicada. Sólo han hecho falta dos días tras la dimisión de Álex de la Iglesia para poner su plan en marcha. Y le ha salido redondo.
Dentro de unos meses, pues el texto ha de seguir un procedimiento normativo previo, es posible que ya puedan realizarse las primeras denuncias. Los pasos que se tendrán que llevar a cabo y el resto de la información los tenéis tras el salto.
El procedimiento a seguir será el siguiente:

1. El presunto afectado por la vulneración de sus derechos intelectuales, debe acudir a la Comisión de la Propiedad Intelectual para denunciar el caso.
2. La Comisión tiene dos opciones: o bien acude al Ministerio de Justicia para solicitar los datos del dueño de la web, o bien solicita al proveedor de los servicios retirar el contenido.
3. La Audienca Nacional, así mismo, puede negarse a conceder los datos del propietario. En caso de que acepte, la autorización se da en 24 horas.
4. Una vez se tiene la autorización, la justicia podrá tomar las medidas pertinentes para que se retire el contenido problemático de la web. El proveedor tiene 48 horas para decidir qué hacer, si lo retira, se acaba el proceso, si no, en dos días tendrá que reunir las pruebas necesarias para defender su inocencia ante los hechos denunciados. En los cinco siguientes se darán a conocer las conclusiones de las pruebas a las partes. La Comisión de la Propiedad Intelectual tendrá que dictar una resolución en los tres días posteriores.
5. Y vuelta a los tribunales. La ejecución de la resolución sólo podrá ser dictada por un juzgado central de lo contencioso-administrativo.

Pero a la Ley Sinde se le ve el plumero de lejos y su utilidad parece ser bien distinta a ésa que se nos vende sobre la protección de la propiedad intelectual, el verdadero propósito de la medida no es otro que el de imponer una especie de canon tipo el de la SGAE, para prevenir que se pueda incurrir en delito. Vamos, que antes de cometerlo, por si acaso, te cascan un impuesto, porque parece ser que ya no somos internautas, sino criminales.
No defendemos que no deba haber una regulación legal para proteger la propiedad intelectual, pero como  ya argumentaba De la Iglesia, es necesario un acuerdo entre las partes que utilice otras vías, tomarse el asunto con más calma y no desembocar en un sistema censor o autocensor, que es incluso peor. Se debe establecer un nuevo modelo de mercado que satisfaga a todas las partes implicadas y que la industria del cine comience a ser consciente de que los tiempos han cambiado y de que no hay por qué asustarse, sino saber sacar partido a las novedades que el presente y el futuro nos traen. Adaptarse.
Puede parecer que hemos perdido la batalla, pero ahora más que nunca, hay que luchar por los derechos de todos, porque somos ciudadanos y no criminales, porque, como ya dijo el amigo Álex:: "Crisis en griego significa cambio, y el cambio es acción". Actuemos pues para defender nuestra libertad, en la democracia no puede haber cabida para la censura. Recuerden, recuerden...
Tenéis más información en noalcierredewebs.com