El consumo de pescado durante el embarazo beneficia el desarrollo cognitivo de los bebés

Un estudio desarrollado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL), concluye que el consumo de pescado durante el embarazo beneficia el desarrollo cognitivo de los bebés, no es que se trate de una novedad, ya que sobre el tema se han realizado muchos estudios, podemos citar por ejemplo el realizado por expertos alemanes que demostraba que algunos nutrientes del pescado mejoraban las funciones cerebrales de los fetos gracias a los ácidos grasos Omega 3.

Aunque se ha recomendado que se coma pescado durante el embarazo, se ha apuntado la necesidad de que sean especies pequeñas, ya que las grandes contienen unos niveles de mercurio o metilmercurio muy elevados y podrían afectar al desarrollo del bebé, de ello hablábamos en este post. A diferencia de los estudios que se han realizado hasta el momento, la nueva investigación apunta que no se han constatado efectos negativos por un elevado consumo de pescado en el embarazo, incluidas las especies grandes, deduciendo los investigadores que el efecto positivo del pescado podría neutralizar los efectos negativos del metilmercurio.
Los resultados de este estudio favorecerían a la Comisión Europea, recordemos que este organismo tenía la intención de aumentar la tasa de mercurio permitida en el pescado de mayor tamaño hasta el doble de lo actualmente permitido, algo a lo que se opusieron organizaciones de consumidores, investigadores y expertos en salud, podéis conocer más detalles de todo ello aquí.

Las conclusiones del CREAL se basan en el estudio realizado con casi 1.600 mujeres españolas y sus respectivos hijos, para evaluar cómo afectaba el consumo de varios tipos de pescado durante el embarazo según su clasificación, azul grande (como el bonito y el atún), azul pequeño (como la caballa, las sardinas o el salmón), blanco (como la merluza o el lenguado), marisco y el conjunto de todos ellos, en el desarrollo cognitivo de los niños. Según los resultados, el mayor beneficio lo ofrece el azul grande, le sigue el blanco y finalmente el azul pequeño.

Los expertos realizaron pruebas cognitivas a los bebés cuando tenían 14 meses y cuando alcanzaron los 5 años de edad, también se realizaron pruebas para evaluar el desarrollo neuropsicológico, cotejando los resultados con el promedio de pescado que las madres habían consumido durante el embarazo. La media de consumo de pescado fue de ½ kilo o tres porciones semanales, los expertos apuntan que con cada 10 gramos extras que superaban esta media hasta alcanzar los 600 gramos, los resultados de las pruebas que se realizaron con los niños mejoraron. Consumir más pescado sobrepasando los 600 gramos no aporta mayores beneficios, ya que se produce una saturación, dando igual que se consuman 800, 900 o 1.000 gramos, el beneficio será el mismo que si se consumieran 600 gramos semanales.

Los resultados muestran que la relación entre el consumo de pescado durante el embarazo y el desarrollo cognitivo de los niños se hizo más evidente cuando los pequeños cumplieron 5 años, además se redujeron los posibles síntomas en la escala del espectro autista y otras enfermedades. Los resultados contradicen los obtenidos en otras investigaciones o lo dictaminado por las agencias o guías americanas en las que se aconseja no consumir determinados pescados grandes por su alta acumulación en metales pesados y concretamente en mercurio (metilmercurio), y por la acumulación de otros elementos tóxicos como los compuestos organoclorados. Como ya hemos comentado, en esta investigación no se han encontrado efectos negativos en los niños por el alto consumo de pescado durante el embarazo.

Otra conclusión obtenida del estudio hace referencia al periodo del embarazo y la ingesta de pescado, los expertos comentan que “el consumo durante el primer trimestre puede tener un impacto mayor que en las últimas semanas. Esto podría deberse al efecto positivo del pescado en el desarrollo neurocognitivo de los hijos. Los ácidos grasos omega 3 del pescado también forman parte de los tejidos y son esenciales en la síntesis de las membranas de las células”.

De todos modos, merece la pena esperar a que se desarrollen nuevos estudios sobre el tema que puedan ratificar los resultados que han obtenido los investigadores, de momento la recomendación generalizada es la de no consumir las especies grandes de pescado para minimizar posibles riesgos. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página del CREAL, y a través de este otro publicado en la revista científica American Journal of Epidemiology.

Foto | Takoyaki_King

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