Revista Expatriados

El continente perdido de Mu (2)

Por Tiburciosamsa
El continente perdido de Mu (2)
Quien finalmente se haría famoso gracias a Mu fue el británico James Churchward. Aunque le gustaba presentarse como coronel del Ejército británico en la India y así es como se le suele presentar en las biografías, lo cierto es que sus actividades en el Subcontinente Indio fueron mucho menos aventureras: administrar las plantaciones de té que su mujer tenía en Sri Lanka.
Churchward se sumó a la corriente de los mistabobos en 1931 con el libro “El continente perdido de Mu”. En la introducción cuenta cómo en un momento de hambruna en la India hacia 1881, él estaba auxiliando a los afectados. Entonces conoció a un alto sacerdote al que le interesaba la arqueología. El sacerdote era tan majo que se tomó la molestia de pasarse dos años enseñándole el nacaal, el idioma primigenio de la Humanidad, que sólo era conocido por otros dos altos sacerdotes. Un día finalmente le mostró una colección de tablillas de arcilla secadas por el sol, que relataban la historia de Mu.
Nada más empezar nos enteramos que en la escritura de Mu un ciervo que salta representa al primer hombre, porque el primer hombre llegó a la tierra ya formado, sin necesidad de evolución ni tonterías. El creador de los lemurianos era una serpiente de siete cabezas que, como el Dios del Génesis, creó el universo en siete etapas. Churchward se maravilla de las similitudes entre la historia del Génesis y el relato de la creación de los lemurianos, similitudes que son debidas a que Moisés les plagió el Génesis a los sacerdotes egipcios quienes a su vez lo habían obtenido de los lemurianos. Yo de lo que me maravillo es de la caradura de Churchward.
Los lemurianos de Churchward son mucho más guapos que los de Scott Elliott. “La raza dominante en Mu era una raza blanca, una gente extraordinariamente hermosa, con pieles blancas o de color oliva, ojos oscuros, dulces y grandes y pelo negro liso.” También había negros, pieles rojas y amarillos, pero ésos no mandaban. ¡Faltaría más! Los lemurianos eran buenos navegantes y arquitectos y su tierra era la metrópoli de un vasto imperio colonial. ¡Qué curioso! Casi todo lo dicho se podría decir del Imperio Británico, salvo lo de la gente extraordinariamente hermosa. De pronto, en un pispás, los 64 millones de habitantes de Mu fueron tragados por el océano entre terremotos y tsunamis. Igual que en lo de la historia de la creación Churchward no se molestó en crear nada demasiado original, en el relato del fin de Mu no fue mucho más allá de lo que Le Plongeon ya había escrito sobre el final de la Atlántida-Mu.
A pesar de estos plagios, Churchward es un hombre de gran inventiva. Además de descubrirnos todo un continente, nos revela que hay grupos de polinesios que son de raza blanca, que Europa y el norte de África fueron colonizadas desde América, mientras que Egipto era colonizado desde la India, que los leones de Angkor Thom miran hacia el este porque están llorando el continente hundido y además sus bocas están esculpidas como si estuviesen pronunciando la sílaba “mu”, que el alfabeto griego está compuesto por vocablos mayas y leído en maya contiene el relato de la destrucción de Mu, que el Libro de los Muertos egipcio es una suerte de memorial en recuerdo de las víctimas de Mu…
Entre las múltiples fuentes antiguas que Churchward utiliza, aparte de sus tablillas nacaal, mi favorita son las crónicas de Lhasa. Las crónicas de Lhasa fueron “encontradas” en 1912 por el nieto del descubridor de Troya, Paul Schliemann, que quiso emular a su ilustre abuelo. Son escritos en caldeo que datan de hace 4.000 años y que aparecieron en un templo budista tibetano. Sin comentarios. 
Como “El continente perdido de Mu” fue un éxito de ventas (hay más gente que es como yo y lee cualquier cosa cuando está aburrida; la diferencia es que ellos se lo creen), Churchward hizo lo propio: publicar una continuación y además ese mismo año, antes de que se pasase el interés. La continuación se llamó “Los hijos de Mu” y describe a un pueblo libre de enfermedades y del estrés, que vivía cientos de años, poseía poderes paranormales (telepatía, viaje astral, teletransportación…) y vivía en contacto con la naturaleza. Sin embargo estaban poco desarrollados tecnológicamente. Será por eso que no tenían un servicio sismológico que les advirtiera de la que se les venía encima.
El delirio por el delirio tiene algo de adictivo y si encima te pagan por tus invenciones… Hasta el final de su vida Churchward no paró de escribir sobre Mu. En “Los símbolos sagrados de Mu” revela que todas las religiones proceden de las escrituras sagradas de Mu y que Osiris, Moisés y Jesucristo vinieron a enseñar lo mismo. Jesucristo sacó el Padrenuestro de las escrituras sagradas de Mu y hasta sus últimas palabras en la cruz las dijo en el idioma de Mu. Parece que nadie le había explicado a Churchward que hace siglos que sabemos que esas palabras las dijo en arameo. En “Las fuerzas cósmicas de Mu” y “El Segundo libro de las fuerzas cósmicas de Mu” Churchward ya se pasó varios pueblos en los delirios y se pone a jugar al cosmólogo y geólogo aficionado. Menos mal que murió en 1936 y no pudo seguir escribiendo que a saber lo lejos que habría llegado.
Los hombres pasan, pero la tontería permanece. Churchward murió en 1936, pero los creyentes en la existencia de Mu son legión. Hace un par de años, un tour operador alemán, Thomas Ritter, afirmó que había visitado una biblioteca subterránea en un templo de Kanchipuram y que un sacerdote le había mostrado las famosas tablillas nacaal. Mientras que Churchward tuvo la cautela de no sacar fotos y no mostrárselas a nadie, Ritter fue más ingenuo. Sacó fotos de dos que le dejaron que fotografiase, las exhibió y le llovieron los capones: estaban escritas en caldeo, un idioma que jamás se utilizó en la India antigua. ¿Convencerá esto a los creyentes en Mu de que todo es una invención? Lo dudo mucho.
Todas estas historias pueden parecer divertidas, pero también tuvieron su lado más siniestro. Los que estén interesados en el lado siniestro de estos delirios pueden ir a:http://www.historiasdehispania.blogspot.com.es/2012/08/breve-historia-de-la-ariosofia-1-de.html

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