El crítico, de Hernán Guerschuny

Nadie que haya visto la recién estrenada El crítico tendrá derecho a incluir al director de la revista Haciendo Cine en la lista de realizadores frustrados que se dedican a la crítica por despecho. De hecho, Hernán Guerschuny no sólo se atrevió a filmar su propio largometraje sino que lo hizo bien, a partir de un guión inteligente, un casting actoral acertado y un esfuerzo de producción generoso en términos técnicos y escenográficos.

Por si estas virtudes no alcanzaran, el crítico Quintín, la prensera Lola Silberman, el actor Leonardo Sbaraglia, el director del mismísimo BAFICI Marcelo Panozzo accedieron a hacer de sí mismos en cameos o papeles breves. Algunos espectadores encontrarán el antecedente de Todos contra juan en estas convocatorias; otros creerán reconocer la intención de congraciarse con el medio para asegurar una devolución positiva -o evitar reacciones negativas- a la hora de las reseñas profesionales.

Especulaciones al margen, lo cierto es que los colegas de Guerschuny se divirtieron mucho cuando el año pasado asistieron a la función de prensa de esta opera prima en la 15ª edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. Por lo pronto, festejaron la decisión de expresar en francés el discurrir de la conciencia de Víctor Téllez, sus reflexiones cinéfilas, sus argumentos para descalificar un estreno, la recreación de “las privadas” en el microcine de la calle Azcuénaga, las discusiones sobre clichés hollywoodenses y autores clásicos como Jean-Luc Godard o Frank Capra, el homenaje (bajo un manto de desprecio) a Cuando Harry conoció a Sally, Cuatro bodas y un funeral, La boda de mi mejor amigo, Mujer bonita, Notting Hill entre otras comedias románticas.

Gran parte de estos guiños también entretendrá al público en general, consciente de las taras de los críticos que conoce a través de los medios de comunicación. De no existir este fenómeno de familiaridad, el desempeño protagónico de Rafael Spregelburd y la química establecida con Dolores Fonzi minimizarán el eventual riesgo de desencuentro con un guión cuya intención principal no es la parodia autorreferencial sino un tributo a cierta condición de nerd cinéfilo.

Un poco como Juan Minujín con Vaquero y Alejo Moguillansky con El escarabajo de oro, Guerschuny también se inspiró en su experiencia profesional para caricaturizar a un colega, acaso un alter ego. La gran diferencia a favor de El crítico es que, además de permanecer detrás de cámara, el novel realizador despliega un sentido del humor amable, libre de marcas egocéntricas e ínfulas corrosivas que suelen atentar contra la paciencia de algunos espectadores.

También en 2013, El crítico se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (dicho sea de paso, ganó el premio a la mejor película de la sección Panorama) y en el marco de la celebración por el Día del Director Audiovisual. Sin dudas, valió la pena haber esperado un año para -por fin- asistir a su estreno comercial.