El cuaderno dorado, doris lessing

VIVIENDO COMO SI...
El cuaderno dorado, Doris Lessing, 1962
El cuaderno dorado es un libro de libros -estrictamente una Biblia- que pretende comentarse a sí mismo en un afán que, en opinión de la autora, no se consigue, dado que ocho años después de su publicación escribió un espléndido prólogo donde se despacha a gusto con la crítica, con los lectores extraviados y con la cultura contemporánea.

Dentro de este libro conviven, pues, cinco, llamados cuadernos, que desde una perspectiva formal se apoyan en el género del diario para tratar la realidad poliédrica de su autora, Anna Wulf: el cuaderno azul, el cuaderno rojo, el cuaderno amarillo, el cuaderno negro y el cuaderno dorado. Cada uno de ellos aborda un aspecto de la experiencia vital, intelectual y emocional de Anna: su vida en Rodesia antes y durante la Segunda Guerra Mundial, su experiencia como miembro del Partido Comunista, sus amantes y vivencias sexuales, su compleja amistad con Molly Jacobs, su realidad cotidiana como casera y madre, sus inquietudes intelectuales y artísticas... Al final, la fragmentación plasmada en el cuaderno dorado, el último que escribe, intentará reflejar la completud insoluble de Anna como mujer.Se trata aparentemente de literatura lúdica y posmoderna, desde la realidad de los años cincuenta, pero la complejidad de la obra la lleva más allá. La profundidad que tanto cuaderno pretende abarcar no es sino la pretensión de llevar al personaje femenino principal al límite de la experiencia femenina. La misma Anna dice que sus temas se expanden a partir de opuestos: sujeción/libertad, bueno/malo, sí/no, capitalismo/socialismo, sexo/amor; opuestos que a veces se repelen y a veces se necesitan para complementarse, más allá de las interpretaciones maniqueas y torticeras que la misma autora censurará.

Fundamental es la expresión de sus dudas respecto a un comunismo al que se había entregado, cuando el complejo y cambiante mundo posbélico del siglo XX ya denostaba las atrocidades de Stalin y ninguneaba el idealismo cuasi-religioso de los comunistas, pero también la profunda decepción de Anna hacia una ideología que había sustentado su vida y por la que es tratada poco menos que de traidora cuando decide ser fiel a sus principios. Fundamental es la manifestación del bloqueo artístico, que plantea la famosa crisis del escritor desde un punto de vista social e histórico, pero también desde la subjetividad legítima del personaje. Fundamental es la insistencia en el tema moral e intelectual de la sociedad de su época desde el punto de vista femenino, pero también la crisis personal de Anna como madre, como esposa, como amiga y como escritora.Pero igual de fundamental es la llamada de atención de Lessing sobre la estrechez de miras de nuestra cultura, cuando se queja de haber sido malinterpretada por la crítica y por los lectores, de habérsele atribuido intenciones feministas cuando no se trata en absoluto de un libro apologético (ni del feminismo ni del comunismo) sino, como he dicho, alcanza la complejidad de la vida desde la atención a los opuestos. Dice Lessing que se dio cuenta tarde de que había escrito un panfleto acerca de la guerra de los sexos, cuando se lo hicieron ver sus editores.En un ejercicio de humildad y relativismo ante juicios dominados por la perspectiva histórica, la autora se pregunta por qué, entonces, escribir novelas: Realmente, ¿por qué? Y ella misma se contesta: Imagino que debemos seguir viviendo "como si..." De eso va la literatura.También dice en su magnífico prólogo: ¿Para qué gastar meses y años escribiendo miles de palabras acerca de un libro, o hasta sobre su autor, cuando hay cientos de libros que esperan ser leídos? Touchée.