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El cuervo entre el ocultismo y la poesía

Publicado el 15 abril 2017 por Redespress60

Si hay algo en lo que coinciden todas las culturas es en la inteligencia del cuervo por encima de cualquier otro animal. Su dieta omnívora a base de insectos y carroña lo convierten en oportunista y si añadimos que puede imitar sonidos de palabras con extrema claridad o que tiene exquisito gusto por gemas y objetos brillantes, hacen de esta pequeña ave todo un mito…

El cuervo entre el ocultismo y la poesía

El concepto del cuervo y la muerte es un significado que se ha acentuado en nuestros días, ya en la antigüedad su simbolismo alcanzaba matices extremadamente variados. La mitología de diferentes culturas, otorga un gran papel a estas criaturas.  El interés antropológico y religioso hacia el cuervo está presente en el budismo, en los relatos bíblicos, en la mitología nórdica, en la griega, en la leyenda artúrica y en la épica castellana. El ocultismo atribuye al cuervo la misión de guía de las almas de los muertos hacia el más allá.

El cuervo entre el ocultismo y la poesía

El último vuelo

El gusto de los poetas modernistas por los ámbitos crepusculares o nocturnos delatan su preocupación por el más allá, por lo oculto, por las experiencias interiores y el sueño. El hastío de la vida expulsa a la poesía hacia el gran secreto de Hermes, el dios mensajero del más allá. La divinidad griega que personifica al alma sale volando de la boca del que muere, asentando así la idea de que el alma tiene alas.

En la tradición hindú el pájaro representa el estado superior del ser. Esta significación del pájaro como alma es un frecuente motivo folclórico debido a la creencia de que el alma escapa volando del cuerpo después de la muerte. Se suma a su facultad transmigratoria de las aves la de ser mensajeras y buenas consejeras de los humanos. El color del pájaro modifica su primitivo significado antropológico. La doctrina simbólica tradicional dota al negro de un significado infernal, diabólico, de mal agüero. Negro es el color de las tinieblas y, por ende, de la muerte. El cuervo, pájaro negro por excelencia, se ha convertido en la representación plástica y poética de la necesidad, innata en el ser humano, por explicar qué hay más allá de la muerte.

Mencionaremos dos ejemplos remitiéndonos al Antiguo Testamento. En el Génesis 8.6. se narra que «al cabo de cuarenta días abrió Noé la ventana del arca que había hecho y soltó al cuervo, el cual estuvo saliendo y retornando hasta que se secaron las aguas sobre la tierra.» Desde el Génesis el cuervo se marcha al Más allá sin dejar rastro y es la paloma la que retorna al arca de Noé con una rama de olivo. La tradición evoca a la paloma como mensajera de la paz y la esperanza, del bien y del Espíritu Santo; la simbología del cuervo ha quedado relegada al lado oculto. Se alude, asimismo, al cuervo en uno de los libros proféticos del Antiguo Testamento, Sofonías:  «una voz canta en la ventana, el cuervo está en el umbral… El cuervo se queda en el umbral, entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte, entre la poesía y la nada».

Esa simbología religiosa precristiana está latente en la tradición ocultista a lo largo de los siglos, cobrando particular esplendor y difusión durante el siglo XIX gracias a Madame Blavatsky (1831-1891). La fundadora de la Asociación Teosófica publicó en septiembre de 1875 su libro Isis sin velo en el que justifica el desarrollo de las ciencias ocultas y de la magia. Será su estudio Doctrina secreta (1888) el que le dará reconocimiento definitivo. En este libro se alude a Noé y retoma el enfrentamiento entre paloma y cuervo como expresión de la dualidad entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad. Madame Blavatsky se cuestiona el genuino alcance de estas oscuras aves. Precisamente por su color y por su capacidad de volar las vincula con la sabiduría plena, simbolizada en la cabeza.

El cuervo entre el ocultismo y la poesía

¿Pájaro de ‘mal agüero’?

La asociación del cuervo con la muerte es un significado que proviene de la antigüedad, cuando su simbolismo ya alcanzaba matices muy variados. Por ejemplo, en Suecia, los cuervos representan a los fantasmas de las personas asesinadas mientras que en Alemania representan las almas de los condenados. En occidente, principalmente, se la considera un ave de mal agüero.

En la Biblia hay varios versículos que utilizan la imagen del cuervo como ejemplo de impureza y maldad. Fue considerado presagio de malos augurios y símbolo de los herejes durante la Inquisición. Como hicimos alusión anteriormente, durante el diluvio, Noé envió una paloma y un cuervo en búsqueda de nuevas tierras. El cuervo no regresó al encontrar abundante comida y por eso la paloma acabó siendo un símbolo de esperanza.

En la mitología griega y romana, el cuervo era símbolo del futuro. Utilizado en los augurios, presagiaba tanto buenas como malas noticias. Según una leyenda, todos los cuervos eran blancos hasta que uno de ellos falló la misión encomendada por el dios Apolo de vigilar a su amante mortal, Corinis. Como castigo, el dios quemó las plumas blancas del cuervo y estas se tornaron negras, maldiciendo así a todos los descendientes a nacer con plumas negras.

La cultura nórdica es la que más ha idolatrado a esta ave. El dios Odín llevaba uno en cada hombro, como símbolos del pensamiento y la memoria en alusión a su inteligencia. Es de hecho un mensajero de los dioses y tiene funciones proféticas.  Entre los nativos de América del Norte o entre los Mayas, el cuervo era el creador de la vida y el agua, una figura comparable a Dios; el mensajero solar o el dios del trueno y el relámpago, respectivamente. Una idea que también comparten las culturas procedentes de Siberia y Alaska. Una idea que también comparten las culturas procedentes de Siberia y Alaska. En África se le asigna un papel protector.

En el budismo, el cuervo es símbolo de protección. Cuenta la leyenda que el primer Dalai Lama fue protegido por cuervos cuando su vivienda fue asaltada, por lo que todos los Dalai son protegidos por ellos. Para el hinduismo es un animal sagrado, su caza está prohibida y su muerte se considera un sacrilegio.

En Europa el cuervo es asociado con elementos negativos, aunque únicamente desde tiempos recientes. Se le considera como un signo de mal augurio relacionado con la desgracia y el miedo. Es el ave negra de los románticos que planea sobre los campos de batalla en busca de la carne de los cadáveres. En India se le considera como el mensajero de la muerte, y en Laos que el agua de la que bebe el cuervo está mancillada y es impura.

En China simboliza la gratitud de los hijos hacia los padres, mientras que en Japón expresa el amor familiar. Es precisamente en Japón donde se considera al cuervo como mensajero divino y signo de victoria y virtud. En China se considera al cuervo como el pájaro solar que trajo la luz al mundo. El cuervo de tres patas es el símbolo de la dinastía Han haciendo referencia al amanecer, el cénit y el atardecer.

Pero también el cuervo representa el aislamiento voluntario de aquel que ha decidido vivir en un plano superior. Los alquimistas asocian al cuervo con la fase de putrefacción y la materia negra, la cual debe ser purificada.

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La brujería y el cuervo

En el imaginario colectivo encontramos la imagen de una vieja bruja en su vieja y atestada cabaña. Un caldero humeante, la escoba en la puerta, un libro de hechizos y la vieja bruja echando animales vivos en el burbujeante caldero. A su lado, posado en una viga de madera, un cuervo negro que no pierde ojo de lo que hace y que jamás se separa de ella.

Sobre los cuervos hay numerosos dichos populares negativos que lo asocian con la muerte y la desgracia, algo parecido de lo que ocurre con los gatos negros. En la cultura popular se cree que ver volar un cuervo o soñar con él es un mal presagio. Si se le escucha graznar es señal de una muerte próxima. Si un cuervo sobrevuela una casa, traerá mala suerte a sus moradores. Pero como suele suceder en todo lo relacionado con la brujería, nada más lejos de la realidad.

El cuervo es un animal asociado a la brujería y su inteligencia le convierte en uno de los animales más mágicos que existen. Las brujas lo utilizan como oráculo, seres que transmiten conocimiento e información a niveles muy sutiles. Un cuervo es un heraldo de poderosos secretos. Un mensajero que su principal ocupación es la de guardar y comunicar profundos misterios. Un guardián de recuerdos ancestrales cuya sabiduría es legendaria. Es un animal sabio por lo que se le relaciona con el poder mental, con el pensamiento y con la sabiduría. Los celtas lo vieron siempre como señal de buen augurio.

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El cuervo en el cine

‘El Cuervo’, película de 1994 basada en un héroe de comics, contribuyó poderosamente a afianzar la función de esta ave como símbolo en la sociedad moderna, especialmente dentro de la estética gótica y siniestra. El hecho de que sea una película de culto se debe sobre todo a que su protagonista, Brandon Lee, falleció durante el rodaje, como si el cuervo hubiese sido una vez más anuncio de la muerte.

En la película, un rockero llamado Eric y su novia Shelly son asesinados la noche antes de su boda, que estaba previsto que se celebrase la noche de Halloween, justo antes del día de Todos los Santos de la tradición cristiana, que se corresponde con el inicio del año céltico. El cuervo, encargado según las antiguas creencias de conducir el alma de los muertos hacia otro reino, aparece sobre la tumba de Eric justo un año después, acompañando desde entonces al joven resucitado para redimir el mal. Con la cara pintada de blanco y algo de negro, irá vengando la muerte de su novia, convirtiéndose así en asesino de asesinos.


Archivado en: Iconología Tagged: conciencia, cuervo, mal augürio, más allá, muerte, transformación
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