Revista Humor

El de las curiosidades

Por Pilarm
Hay cosas que todavía me llaman la atención o me parecen curiosas, por ejemplo:
- Las cafeterías cierran a las 6 de la tarde. Alguna cierra antes y otras después, pero no mucho después. En España tenemos la costumbre de quedar a tomar café hasta las 9 de la noche si me apuras, aquí no queda nada prácticamente abierto. Quizá el típico bar de señores al que no entras ni aunque te paguen.
- Hay dos líneas de metro. Literal, la de Este/Oeste y la de Norte/Sur. No pidas más porque no hay. Si quieres viajar más lejos te buscas la vida con los buses o los tranvías. Ah, también están muchos días de obras con estaciones cerradas, por lo que me han dicho.
- En los tranvías solo se admite el pago justo en efectivo. Los señores conductores no llevan dinero y si te pasa como a mí la primera -y de momento, última- vez que me subí al tranvía, acabé pagando de más porque no lo sabía.
- La leche la venden fresca, por tanto, no puedes comprar 12 litros de leche para guardar porque se te ponen malos. Como mucho los venden de 2 litros en 2 litros, en cartones grandes o atención, aquí viene lo mejor, en bolsas de plástico -que es más barato que en el cartón-, por lo que si eliges esta opción tienes que comprarte una jarra de plástico especial para poder poner la bolsa y además aprender a cortar la bolsa de una manera que no desparrames toda la leche cuando te la eches.
- Muchas casas/pisos no tienen lavadora ni secadora. Tienes que irte a tiendas o bien, si es una comunidad, a la sala común donde están ubicadas, y en algunas ocasiones además, son de pago, así que hacer la colada cada semana te sale por un extra. Teniendo en cuenta que el alquiler aquí es bastante caro, es otro gasto que hay que sumar.
- Se hablan unos 200 idiomas en el país. Hay inmigrantes y descendientes de inmigrantes, por lo que como idiomas maternos, la variedad es enorme. Aquí cualquiera puede ser canadiense aunque no lo parezca. Hasta yo. Lo que pasa es que a mí se me nota que no soy de aquí cuando tengo qué mirar cuánto vale la moneda o pregunto cosas que todo ciudadano sabe. Je.
- Las tasas. Los precios aquí van sin las tasas incluidas, así que luego tienes que hacer cálculo mental de que si un café te pone que cuesta 1,50$, cuando vayas a pagar, será 1,75$. Es algo a lo que todavía no me acostumbro y si pago en efectivo me quedo con cara de "Otra vez, lo sabía".
- Las propinas. Normalmente, cuando pagas, igual que en Estados Unidos, tienes que dejar el 10% de propina para los camareros. Es obligatorio. Si pagas con tarjeta, la maquinita amablemente te sugiere si quieres añadir el 10, el 12 o el 14% de propina. Hasta ahí bien. Pero si pagas en efectivo -que todavía no he hecho o visto- mi dilema será a la hora de sumar, porque yo no soy de matemáticas. Aunque dicen que normalmente incluyen el mínimo directamente.
Si venís a Canadá no intentéis pagar sin propina, porque se reparten y es una manera de ayudar a que los camareros tengan un sueldo algo mejor. Así que nada de escaquearse.

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