Revista América Latina

El “descuartizamiento” moral de una jueza

Publicado el 21 septiembre 2015 por Jmartoranoster

Luisana Colomine

Susana Virginia Barreiros Domínguez es una joven mujer venezolana. Pocas imágenes se conocen de ella y la más difundida fue captada en el acostumbrado acto de apertura del año judicial, en el Tribunal Supremo de Justicia. Con su gesto grave y ceño algo fruncido, es la foto que el mundo entero ha conocido de ella como la “verdugo” del ex alcalde de Chacao, Leopoldo López. En otra aparece sonriente con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y esa ha bastado para que la acusen de estar cumpliendo órdenes “del régimen”. Nos referimos a la jueza 28 del Área Metropolitana de Caracas, que condenó a López a 13 años de presidio por asociación para delinquir, instigación pública y determinador en los delitos de incendio y daños, que ocasionaron 43 fallecidos, más de 800 heridos y cuantiosas pérdidas materiales en los hechos que arrancaron el 12 de febrero de 2014, bajo el lema #LaSalida y que pusieron en vilo al país durante la primera mitad de ese año. Barreiros entra, ahora, en la fase motiva de la decisión, es decir, la publicación de la sentenciadonde debe explicar los motivos del fallo. Seguramente la presión sobre ella aumentará en estos días tras uno de los juicios más publicitados de Venezuela, incluso, más que el del ex presidente Carlos Andrés Pérez. En los muchos “perfiles” que sobre ella se han escrito, difundidos a través de portales especializados en “tumbar” al presidente Maduro, dicen que se graduó en la Universidad Santa María pero realmente es egresada de la Bicentenaria de Aragua. Su tesis de grado versó sobre “Cómo se ejecuta una fianza en Venezuela”. Quienes la conocen la definen como una mujer profundamente cristiana, detallista en su labor judicial. Viene desarrollando una obra social en el estado Vargas con niños y familias afectados por el deslave de 1999. Apela siempre a la frase “Dios es mi fortaleza”, la cual seguramente en estos días le ha servido de escudo para protegerse del bullyng despiadado del cual ha sido víctima. A Barreiros han tratado de “descuartizarla” moralmente, echando mano a un artero discurso, proveniente de personas duchas en eso de sembrar falsas matrices de opinión dentro y fuera del país. Se han utilizado fallos suyos anteriores en casos donde ha actuado como juez anticorrupción. Incluso un ex profesor de ella le dice “yo no te enseñé a violar las leyes” pero él en la carta pública que le dirige viola todos los principios del derecho al condenar al gobierno del presidente Maduro como “régimen narcoterrorista” sin previa investigación. Tal vez el “profe” aspire a un cargo “cuando caiga el régimen”. Pero los ataques más continuos son personales y no en el plano de las ideas. Por ejemplo, la periodista Patricia Poleo ha llegado a decir que la Jueza “ni siquiera tiene hijos” como si ese hecho negara su condición femenina. Las leyes venezolanas que garantizan a las mujeres una vida libre de violencia como se olvidaron de Susana Barreiros. Otros sitios web hurgan en su vida y colocan títulos realmente amarillistas como “los oscuros secretos de la Jueza Barreiros”, o “las diez cosas que no sabías de la verdugo de Leopoldo”, donde se especula sobre eventos de la vida privada que habrían condicionado su desempeño en los tribunales. ¿Debemos entonces creer, por ejemplo, en la presunta violación denunciada por la ex jueza María Lourdes Afiuni? La oposición tiene su jueza y esa es Afiuni, quien liberó al empresario Eligio Cedeño, imputado por irregularidades en Bolívar Banco. Lo último que han dicho de Susana Barreiros salió de la oposición chilena: que la enviarían de cónsul a ese país. ¿Y por qué Chile? Porque de todos los países latinoamericanos, los pares del majunchismo venezolano en la tierra de Allende, ostentan una clara tendencia fascista, pinochetista, que avala los métodos utilizados por su derecha hermana en el afán de acabar con el proyecto bolivariano. La condena contra López es una afrenta imperdonable. Resulta que en esa nación presidida por Michelle Bachelet, nuestra embajada en Santiago “es la única representación de Venezuela en Chile”, según hemos tomado de la web oficial allá, es decir, no hay un consulado sino una “sección consular”. Además todo lo que aprueba el Primer Mandatario Nacional debe ser publicado en Gaceta Oficial para que tenga validez. En ninguno de los números de las gacetas oficiales de agosto y parte de septiembre apareció el decreto sobre su supuesta designación como cónsul en Chile. Al ver que sobre esto no había nada oficial entonces dijeron: “es que le negaron el placet” y resulta que el placet es sólo para embajadores, no para cónsules a los cuales se les extiende un “exequátur”. Por estos días ya los medios chilenos dicen que el traslado de la jueza a Chile “no ha sido confirmado”, cosa que al parecer no supo el cantante José Luis Rodríguez, el otrora “Puma”, quien hasta le puso sueldo a la jueza, 18 mil dólares, asegurando que la dama había exigido a Nicolás Maduro, además, el traslado de toda su familia a Chile. Todo ello motivó estas líneas, pues los primeros decepcionados, de ser cierto eso, seríamos quienes hemos apoyado su decisión. Barreiros sigue, con su toga bien puesta, despachando en el Palacio de Justicia, esquina Cruz Verde. Nada indica que cambiará de ramo. En verdad no hubiese querido estar en sus tacones. Cada día que sale a la calle sabe a lo que está expuesta porque ahora hablan más de ella que del reo y en la oposición, secretamente, cruzan los dedos, esperan, rezan y le piden a Reinaldo Dos Santos, para que pase algo y no publique la sentencia. Sólo así se mantendrá con vida al único candidato que les queda… Profesora de géneros periodísticos y periodismo de investigación en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Comunista.

  @LuisanaC16

Luisana Colomine

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