Revista Libros
El desdén de tus bragas
reducidas de fetiche a estorbo.
Animal desinflado sobre suelo neutro.
Escuchando destronadas el palpito derrocado convaleciente
de tu clítoris ciudad sitiada.
Petricor inmarcesible en mi boca pese a soles megalómanos.
El desdén de tus bragas
ante mi ultimísima renuncia al gesto de tomarlas rehenes
aunque fuera para pactar un futuro improbable intercambio
por tu prenda eviscerada.