El discurso de los santos...

-Si vos sabías
donde te metías
no vengas ahora
con reclamos de última hora.
Si sabré que el maquillaje
no hace milagros del ultraje
de un vampiro nocturno
que en un encuentro imprevisto, oportuno
dejó indeleble su sello
en mi precioso cuello...
-Pero no es mi queja hacia Avon... es más bien el desplante...
-Bien, entonces, hagamos punto y aparte
sabrás entender que la marca
no se trata de mala ni garca
porque es claro lo que siento
no hagamos de este encuentro un lamento
que no estoy con vos por lástima o desgano,
no olvides que una golondrina no hace verano...
-Quizás tendría que dar un paso al costado...
-¡Cuantas veces lo escuché! los llevo contados
que causa gracia, lo sabés, si contigo
somos algo más que amigos...
amigos con permiso a roce...
- A esta altura parece excusa de tu goce...
- No seas irónico, beleza
si a veces no te llamo, a eso no des rédito
porque sino lo hago es porque me quedé sin crédito.
Pero siempre te pienso, ¡si lo sabrás!
-Si, pero vos comprenderás
que a tu lado no tengo futuro...
-Bah, no pensés en falsos augurios
tenemos este presente,
este momento, los dos, frente a frente,
sería una picardía pensar en lo que viene...
-Bien, en fin, siempre algo me detiene...
quizá mañana nos podríamos ver... te amo
-Bueno, dale, te llamo...
-¡Pero no era que no tenías crédito!
-¡Uff! saltaste de golpe al pretérito
luego de cuestionar el futuro imperfecto,
sos un desfile de quejas y pretextos,
¿no te das cuenta
que no llevo cartel en venta?
Soy libre como el viento
aunque a veces me detenga ante tu paso lento.
No olvides que mucho te quiero, corazón...
-Bueno, entonces sabrás aceptar mi perdón
aunque
el desplante
comprenderás
que Avon
el futuro
el crédito
perdón...
(La reina se morfa al peón)