El DT y el Monstruo

Cuando tratamos de imaginar la Nada tropezamos indefectiblemente con la conocida paradoja según la que explicamos lo incognosible mediante elementos que percibimos. Podemos ver la Nada borrando el universo en nuestra imaginación, sin embargo, no podemos abstenernos de colorear el vacío. De manera que para describir el concepto de Nada, ya que es inevitable utilizar elementos, tal vez sería más efectivo mediante trazos no terminados. Dibujando líneas que no terminan de formar algo concreto.
Pero la percepción del hombre está destinada a dar los trazos finales del universo. Cualquier humareda informe que atraviesa el cerebro está sujeta a un procedimiento en el que intervienen la memoria, el conocimiento, y otros procesos cognitivos, que tienen por objeto Formar, Perfeccionar, dar sentido a lo que no tiene Forma. Dicho procedimiento se denomina: Pareidolia.
Enjaulados en la percepción, quién sabe si estamos dando los trazos finales de un dibujo curvilíneo al que llamamos Realidad.