Revista Psicología

El efecto halo y Pigmalión: daños y beneficios

Por Mundotlp @MundoTLP
No es complicado ver a un progenitor que alaba, o reprocha constantemente, actitudes o hechos a uno de sus hijos. El efecto halo y Pigmalión: daños y beneficios
O encontrarnos con un maestro que se concentra especialmente en un alumno porque ve en él excelentes cualidades como estudiante, dejando a los demás un poco “huérfanos”. Quizás nos estemos encontrando con ejemplos del efecto halo y el efecto Pigmalión.

¿Qué es el efecto halo?

Cuando conocemos a una persona, rápidamente hay algo en ella que nos llama la atención. Puede ser una característica positiva o negativa, a partir de entonces, nos creamos una idea de esa persona para bien o para mal. Por ejemplo, en su trabajo pueden haberle presentado a un compañero con un rostro agradable, a partir de ahí, usted cree percibir cosas buenas como que es simpático, honesto, interesante… eso es el efecto halo. Desde ese momento, su manera de comportarse con él estará influenciada por dicho efecto. Edward L. Thorndike, conocido por sus aportaciones al mundo de la psicología escolar, fue el primero que empezó a utilizar este término. En 1920, realizó un experimento que consistía en pedir a los oficiales del ejército que calificasen a sus soldados. Tras estudiar concienzudamente los resultados, llegó a la conclusión de que en general vemos a los demás exclusivamente en términos negativos o positivos, sin tener en cuenta lo que hay entre medias de ambos extremos. Tiempo después, Solomon Asch determinó que el atractivo físico es crucial, ya que a una persona bella le serán normalmente atribuidas cualidades positivas y codiciadas por el resto. Se ve claramente en un estudio realizado en los años 70 por Landy y Sigall, quienes mostraron a un grupo de estudiantes un texto muy mal escrito. Les pidieron que lo evaluaran tras enseñarles la foto de la supuesta autora. A unos les mostraron la imagen de una mujer atractiva y a otros de otra poco agraciada. Curiosamente la nota era más alta para la autora más bella.

¿Qué es el efecto Pigmalión?

También conocido como “profecía autocumplida”, dicho término lo empezó a acuñar el psicólogo Robert Rosenthal en los años 60. Rosenthal siempre había pensado que las expectativas de las personas acaban influyendo en los sucesos del futuro, por ello dedicó gran parte de su vida a estudiarlo. Uno de sus grandes experimentos lo realizó en un instituto de California. Al inicio del curso, realizaron pruebas para medirles el cociente intelectual a los alumnos. Más o menos todos los resultados fueron parecidos, así que eligieron a 65 al azar, de los cuales realizaron informes falsos hablando de sus grandes resultados, y de lo mucho que se podía esperar de estos estudiantes. Los informes fueron entregados a los profesores, ¿qué sucedió al final del año escolar? El efecto halo y Pigmalión: daños y beneficios
Repitieron las pruebas de inteligencia, y estos 65 niños obtuvieron muchos mejores resultados que al principio, sin duda, las expectativas que volcaron sus maestros en ellos se convirtieron en realidades. De ahí, que el efecto Pigmalión también sea conocido como “profecía autocumplida”, como comentábamos al inicio.Rosenthal, ya había realizado un experimento parecido junto a sus alumnos, pero esta vez con ratas. Les dijo que unas eran de una raza superior, y adivinen, esas fueron las que mejores resultados obtuvieron en las pruebas a las que fueron sometidas. Como ya habrán supuesto, todas las ratas eran iguales.

Beneficios y perjuicios del efecto Halo

No es complicado de comprender, que si en la primera impresión alguien siente rechazo o atracción por nosotros, nuestra suerte puede ser muy distinta. Es muy injusto que todo pueda depender de una primera impresión, pero así ocurre en la mayoría de los casos. Se quitan o dan oportunidades en la vida, dependiendo en muchas ocasiones de lo perfecta que sea la sonrisa de la persona o de su elegancia. En realidad prejuzgamos constantemente, casi sin darnos cuenta. De hecho se ha comprobado que, desde bebés, nos sentimos irremediablemente atraídos por las belleza y los rostros atractivos, se puede decir que lo llevamos en nuestro ADN. ¿Cómo evitar dejarnos llevar por el efecto halo? Claramente es complicado, pero no imposible. Sería positivo que dejásemos de ser tan impulsivos con las primeras impresiones. Darnos un tiempo para actuar de una manera u otra con las personas. Pensar más despacio, quizás, sería la clave.

Beneficios y perjuicios del efecto Pigmalión

Gracias a los experimentos de Rosenthal, ha quedado más que comprobado el peso que tiene en nuestro futuro las expectativas que los demás depositan en nosotros. Es genial, si las personas que nos circunda desde niños, nos estimulan y hacen pensar que todo es posible si nos esforzamos. Las etiquetas que nos van colocando a lo largo de la vida, forjan nuestro carácter y la percepción que tenemos de nosotros mismos. Por esta razón, si desde niños nos convencen de que no seremos capaces de ser buenos en el deporte, o que nuestra timidez es desagradable, sus expectativas se acabarán cumpliendo. La profecía se cumplirá para nuestro mal. Es necesario, cuando se es adulto, comenzar a dar la importancia justa tanto a las etiquetas como a las expectativas que los demás se crean sobre nosotros. Sin duda, siempre es importante la opinión de los demás, pero debemos intentar no dar a estas opiniones tanto poder como para que condicionen nuestra vida. En nuestra mano está, si nos interesa o no que se cumpla la profecía.
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