El Efecto Shimmy

¿Conocéis el efecto Shimmy en la bicicleta? Seguro que muchos de vosotros lo habéis notado pero no lo conocéis por este nombre, pues bien, es la vibración que realiza la bicicleta de forma que provoca un desequilibrio dinámico.

Su causa más común es una vibración en la horquilla propiciada por la propia estrucutra de la bicicleta de forma que también nos tiembla el manillar. Esta resonancia va ligada a la estabilidad del material con el que esté realizado el cuadro y la horquilla donde a menor módulo, menos probabilidades de transmisión hay, ya que las abosrbe el propio material. Por eso la fibra de carbono no es proclive a sufrir el efecto Shimmy.

Si notáis este problema, debéis mirar si hay una horquilla con poca flecha en el cuadro con un ángulo de dirección muy vertical ya que al frenar la horquilla tiene a buscar por naturaleza esta posición y produce rebotes que amplificados si estamos ante un bajada prolongada. Normalmente son pocos los modelos que hay en la actualidad y que sean impotibles a nivel angular pero nos hemos encontrado con algún que otro caso.

Por otra parte, la alineación de las ruedas también es otro factor de la provocación de este efecto en que hay que asegurarse que ambas ruedas pisan sobre el mismo plano vertical, si éstas estuvieran desaliandas pueden tocar el cuadro y producir vibraciones.

Si tenemos la rueda trasera desgastada puede también que la banda de rodadura planta provoque vibraciones en la dirección por lo que habrá que darle la presión adecuada al neumático o cambiar la cubierta. Revisar de la misma manera si existiera holgura en la dirección o algún desequilibrio en las ruedas.

Ahora bien, ¿cómo debemos actuar si nos vemos sorprendidos por este efecto de manera grave? Cogeros muy fuerte al manillar, juntar las rodillas apretando el tubo del cuadro y desaparecerá a los pocos instantes.

Ya que sabéis un poco más en qué consiste ¿os ha pasado alguna vez?