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El entierro de Foción

Publicado el 13 octubre 2011 por Alma2061




El entierro de FociónPoussin: El entierro de FociónEl orden, la lógica y la claridad son las principales características del pintor francés Nicolas Poussin.
Nicolas PoussinNicolas Poussin (1594-1665), pintor francés; fue el fundador y máximo representante de la pintura clasicista francesa del siglo XVII. La lógica, el orden y la claridad fueron virtudes esenciales en su trabajo y ha influido de manera decisiva en el devenir del arte francés hasta nuestros días. Poussin nació cerca de Les Andelys, Normandía, en junio de 1594, en el seno de una familia campesina. Estudió pintura en París y quizá también en Ruán. En 1624 viajó a Roma, donde permaneció el resto de su vida, salvo una estancia de 18 meses en París entre 1640 y 1642. Sus primeras obras romanas reflejan las abigarradas composiciones y las animadas superficies que caracterizaron el manierismo de mediados del siglo XVI. Alrededor de 1630 su estilo empezó a cambiar, alejándose de la emergente exuberancia del barroco para dedicarse por entero a su pasión por la antigüedad, enfocando su pintura sobre todo hacia asuntos bíblicos y mitológicos. En un primer momento, sus cuadros, como La peste de Azoth (1630-1631, Louvre, París), tienen la riqueza y brillantez cromática propia del veneciano Tiziano, pero después de 1633 Poussin derivó hacia tonalidades más sobrias y frías. Sus composiciones se hicieron entonces más serenas y sus figuras más esculturales, dentro de una línea próxima al estilo de madurez de Rafael, a la vez que intentó representar la emoción mediante gestos, posturas y expresiones faciales fácilmente reconocibles, como sucede en el cuadro Adoración del becerro de oro (c. 1634, National Gallery, Londres). Poussin viajó a París en 1640 con cierta indiferencia, si bien gracias a este viaje logró el mecenazgo de adinerados coleccionistas burgueses así como la consolidación de sus relaciones con la Real Academia Francesa, que tiempo después magnificaría su estilo elevándolo a la categoría de doctrina formal. Los cuadros que realizó entre 1643 y 1653, tras su regreso a Roma, como por ejemplo La Virgen sobre los escalones (1648, National Gallery, Washington), constituyen la más pura encarnación del clasicismo francés. Se caracterizan por la calma, la composición estructurada, los colores fríos, la iluminación dura y clara y la solemnidad. Durante sus últimos años, de 1653 a 1665, el estilo de Poussin se desarrolló y cambió. Minimizó las expresiones y acciones de los rostros y los cuerpos pero manteniendo su intensidad emocional. La alegoría, el misticismo y el simbolismo representaron un papel aún mayor que el que tenían antes; sus escenas fueron, si cabe, más vitales e intensas. Cuadros como Los pastores de la Arcadia (c. 1656, Louvre), en el que logró una simplificación monumental y una calma casi sobrenatural, van más allá de meras ilustraciones de acontecimientos históricos para convertirse en símbolos de verdades eternas. Donde mejor se manifiesta su técnica es en sus paisajes, como El triunfo de David y Paisaje con edificio (ambos en el Museo del Prado, Madrid).La creencia de Poussin de que el arte debe atraer a la mente más que al ojo —debe presentar las situaciones humanas más nobles y serias de manera ordenada, desprovista de detalles triviales o referencias sensibles— se convirtió en el dogma del estilo academicista francés del siglo XVII. La influencia de Poussin alcanzó a artistas como Jacques-Louis David, Jean August Dominique Ingres y Paul Cézanne.




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