El estrés afecta a la salud de los niños antes de lo que se creía

Varios estudios han relacionado el estrés que se puede sufrir en la infancia con los problemas de salud en estado adulto. Ahora, un nuevo estudio desarrollado por expertos de la Universidad de Florida (Estados Unidos), concluye que el estrés afecta a la salud de los niños antes de lo que se creía, teniendo un impacto casi inmediato.

Los expertos explican que cuando los niños experimentan más de tres episodios estresantes, son hasta seis veces más propensos a sufrir un trastorno mental, físico o de aprendizaje, en comparación con los niños que no deben pasar por estas situaciones de estrés. Los investigadores explican que ya no se trata sólo de la salud, este tipo de episodios afectan en muchos ámbitos y los resultados son negativos.
Para llegar a esta conclusión se analizaron los datos de casi 96.000 niños estadounidenses obtenidos mediante una encuesta a nivel nacional de salud infantil, en la que se preguntaba sobre el número de situaciones adversas a las que se enfrentaron, un divorcio de los padres, situaciones de violencia en el hogar, dificultades económicas, tener un padre en la cárcel, etc.

Según la investigación, entre el 11% y el 24% de los padres informó que sus hijos habían sido diagnosticados con al menos un trastorno, y un 4% de los padres informaron que sus hijos tenían algún trastorno de estas tres categorías, físico, mental o de aprendizaje. Los niños que tuvieron que enfrentarse a varias experiencias adversas y estresantes fueron los más propensos a tener un trastorno en cada categoría en comparación con quienes no habían sufrido alguno de los episodios estresantes antes descritos.

Los expertos creen que este tipo de situaciones estresantes puede provocar cambios en el sistema endocrino e inmunitario de los niños, cambios que conducirían a una mala regulación de la respuesta al estrés y una reducción de la capacidad de combatir enfermedades. Por tanto, se pide un incremento de los esfuerzos para intentar combatir los efectos del estrés a fin de favorecer un crecimiento y desarrollo cerebral saludable en los niños. Se apunta que quizá sería posible detectar estos cambios de forma temprana y tratarlos, de este modo se reducirían los riesgos de sufrir un problema de salud.

De todos modos, parece que queda mucho por investigar, los expertos explican que también es posible que tener un hijo con múltiples afecciones de salud provoque que las familias tengan una complicada situación emocional y económica, por tanto, serían más susceptibles a tener experiencias adversas, como por ejemplo que los padres se divorcien o se produzcan situaciones de violencia doméstica, estas son posibilidades que se deben explorar.

De momento los resultados son preliminares, pero las cifras muestran que las situaciones de estrés afectan a la salud de los niños antes de lo que se esperaba. Seguramente no tardaremos en conocer nuevos detalles del segundo estudio. Para obtener más información de la investigación podéis acceder a este artículo publicado por la Universidad de Florida.

Foto| slava

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