El ex-cubano y los Juegos Olímpicos de Rio 2016

Ya casi terminan las Olimpiadas de Rio-2016 y como siempre Estados Unidos y otros países desarrollados han ganado la mayoría de las medallas. Cuba al momento, ocupa el lugar 21, con 3 medallas de Oro, 2 de Plata y 4 de Bronce. Ya quedaron atrás los días donde el subsidio soviético le permitía a Cuba dedicar gigantescos recursos para desarrollar a sus atletas y ganar medallas a montones. Cada medalla ganada por cada uno de estos atletas cubanos tiene el valor de un gran esfuerzo personal y hay que reconocerlo.

Muchos cubanos han abandonado Cuba y entre ellos había atletas, buenos atletas que después han logrado ir a las Olimpiadas representando a los países que les dieron acogida. Los ha habido de Estados Unidos, los ha habido de España y hasta Turquía y Azerbaiyán mandaron algún atleta oriundo de Cuba. El Comité Olímpico Internacional aplica la llamada regla de los tres años, que se aplica cuando han transcurrido tres años desde la última vez que un deportista residente en otro país, haya representado por última vez a su país de origen, en nuestro caso, a Cuba. Esta regla puede omitirse cuando el Comité Olímpico Cubano autoriza al atleta para que compita por otro país, pero históricamente Cuba no ha contestado las solicitudes que le han sido enviadas o las ha negado.

El problema es que el éxodo de cubanos ha sido continuo y cada vez que una delegación cubana asiste a un evento en el extranjero, alguno o algunos de sus integrantes han aprovechado la oportunidad y desertado. La mayoría ha emigrado a Estados Unidos pero otros se han quedado en cualquier país que a usted se le ocurra.

Hombres y/o  mujeres deportistas en Baseball, Fútbol (Soccer), Volleyball, Boxeo, Lucha, Judo, Levantamiento de Pesas, Atletas de Pista y Campo y de cualquier otro deporte que se practique en Cuba, han abandonado delegaciones cubanas que competían en el extranjero y hoy son ciudadanos naturalizados en muchísimos países. Hacer una lista sería interminable.

Muchos de los cubanos de la diáspora, disfrutan de los triunfos de los atletas cubanos que representan a Cuba, aunque su país esté gobernado por un gobierno marxista, represivo y totalitario. Cuba es la tierra que nos vio nacer y es no es castrista. Para nosotros sigue siendo la tierra más hermosa que ojos humanos vieran.

Muchos cubanos disfrutaron la pelea de Boxeo entre dos nativos de Cuba. Lorenzo Sotomayor y Yasniel Toledo. En ella, Lorenzo Sotomayor representando a Azerbaiyán (su país adoptivo) derrotó a Yasniel Toledo quien representaba a su patria, Cuba. Hay muchos casos de cubanos representando a otros países en Rio 2016 pero yo quiero referirme a dos casos en particular.

El primero se refiere a Yasmani Copello quien ganó la medalla de bronce en la final de los 400 metros con vallas, representando a su país adoptivo, Turquía. Yasmani, contestando una pregunta de un periodista de la AFP declaró hablando en turco: “Esta medalla no es para Cuba”. Y añadió “Desde que me eliminaron del equipo de Cuba, no pienso en Cuba, solo en mi familia. Al que me da la espalda, no lo tengo como enemigo. No supieron reconocer mi trabajo. No tengo nada en contra de Cuba, allí nací, tengo familia y voy de vacaciones. La medalla es para mí y para mi nuevo país. Estoy muy agradecido por ser Turco”.

En este caso, Yasmani mismo trazó la raya. Cuba lo desechó y el desecha a Cuba, pero obviamente su resentimiento está dirigido a las autoridades deportivas cubanas. Omar Demístocle González, quien fue entrenador de Yasmani en Cuba, había declarado que Yasmani iba por una medalla y lloró cuando el turco de origen cubano se alzó con el Bronce Olímpico.

Pero el tema que dio origen a esta columna fue el caso de Orlando Ortega, nacido en Artemisa Cuba y hoy residente de España, quien ganó la medalla de plata en la final de los 110 metros con vallas. Fue un gran éxito deportivo que no pudo ser ignorado en Cuba. Pero fue lamentable cuando el periodista Randy Alonso, teniendo muchas formas para referirse a Ortega, le llamó ex-cubano.

Fue la mejor manera que encontró para denigrar a un atleta que merecía ser reconocido por su triunfo. Le podía haber dicho “oriundo de Cuba”, “el natural de Artemisa”, en fin de muchas maneras, pero escogió decirle ex-cubano marginando a Cuba del éxito de Ortega.

Hay cubanos adeptos al régimen que siguen considerando no cubanos a los cubanos de la diáspora. Pero aunque la constitución cubana no reconozca la doble nacionalidad, los cubanos de afuera somos tan cubanos como los de adentro. Circunstancias fuera de nuestro control nos mantienen separados, pero somos un solo pueblo. La gran mayoría de los cubanos de afuera tiene parientes adentro, y los visitan periódicamente porque es humano.

Y el periodista Randy Alonso, que llamó ex-cubano a Ortega, y de paso a todos nosotros, muy pronto tendrá que tragarse sus palabras porque estemos donde estemos, vengamos de donde vengamos, de Miami o de Siberia, adentro o afuera, todos somos cubanos.