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El éxtasis y el tormento: entrevista con luis arnaldo

Publicado el 12 enero 2020 por Jose Luis

EL ÉXTASIS Y EL TORMENTO: ENTREVISTA CON LUIS ARNALDOEL ÉXTASIS Y EL TORMENTO: ENTREVISTA CON LUIS ARNALDO
Agony & Ecstasy One Man Band es el proyecto musical más arriesgado y a modo sonoro, el más radical del baterista Luis Arnaldo Álvarez, o Arnie como se le conoce en el circuito.El músico madrileño está confeccionando en la actualidad lo que será próximamente su nueva entrega discográfica en lo que a Agony & Ecstasy concierne. Un trabajo del que estamos más que seguros de que no genera indiferencia alguna entre los fieles a los sonidos más experimentales del Avant Garde, el R.I.O y el Jazz en su contexto más complejo.Tras Agony & Ecstasy se encuentra la figura de un músico que no cesa de sorprender en todos los campos y con los proyectos en los que milita. Luis Arnaldo o Arnie, es uno de los músicos de un colectivo bulímico que huyede modas, convencionalismos, etiquetas y de música de diseño audible en el formato más accesible de la misma. El propio Luis está clasificado como uno de los terroristas sonoros más activos que la escena de la música progresiva y experimental ha dejado en España en los últimos años. Luis, es por otro lado el responsable de ArnaldoStudio (su propio estudio de grabación), miembro de otros proyectos como Vörtex, Nex To Andromeda y Alkaid y músico de sesión en su propio estudio de grabación, en el que trabaja como baterista de sesión grabando bateríaspara otros artistas y donde a su vez crea músicas destinadas a audiovisuales. En el año 2017 fue el creador del proyecto Impro-Imaginación, basado en una terapia de motivación orientada a músicos amateurs y profesionales desmotivados por enfermedades o problemas psíquicos. También es un gran admirador y defensor de otros músicos que hace décadas abrieron un camino muy importante dejando un gran legado del que bateristas como Luis se siguen nutriendo en la actualidad.Charlamos a continuación con el creador de agonías y estasis para conocer la actualidad de un proyecto puro ajeno a aditivos colorantes ni conservantes.
EL ÉXTASIS Y EL TORMENTO: ENTREVISTA CON LUIS ARNALDO¿Cuándo y por qué nace Agony and Ecstasy?
Nace en el año 2006 como proyecto centrado en la temática conceptual, en la que se tratan elementos de un presente global en lo que al fenómeno socio-político se refiere. Lo que intento expresar a través de Agony & Ecstasy son diversos estados por los que el ser humano del siglo XXI atraviesa en el día a día de un tiempo en el que el exceso de información, la avalancha de las tecnologías, internet y el mal uso del mismo (fundamentalmente en redes sociales o la pestilencia Youtube y el consumo de cultura Streaming), junto con la hornada de oportunismo, mala gestión y excesiva obesidad mental sin un modelo coherente y de credibilidad, le dan forma a un enfoque musical reflejado mediante el radicalismo sonoro, o lo que es igual, oposición a imposiciones de aroma sepia que durante décadas continúan contaminando y obstruyendo las arterias de la sensatez y el equilibrio social. 
¿Se puede decir que este fenómeno es el motor de guía del proyecto, la arquitectura social de la actualidad?
Prácticamente sí, porque en este tiempo de agitación y vértigo está casi todo al alcance de nuestras manos. Somos una aberrante raza humana que no ha sabido asimilar el concepto tecnológico de la comodidad, compramos Online desde casa desde una docena de huevos a una nueva vivienda. Desde un cojín a un amplificador de guitarra a un billete Metro de Portazgo a Cuatro Caminos. Son tiempos de incomodidad a bordo del incómodo inconformismo del que hace treinta y cinco años o cuarenta estábamos más que distanciados, a pesar de seguíamos siendo idiotas en otra escala. En 1989, era algo totalmente impensable a pesar de soñar constantemente con naves espaciales que poblarían los cielos de calles y pueblos del territorio español en el nuevo milenio. No obstante, si lo miras desde el punto de vista de la realidad más cruda, a pesar de que a día de hoy lo tenemos todo, estamos inclusive mucho peor que hace treinta y cinco, cuarenta o cincuenta años. En tiempos pretéritos con menos se hacía mucho más. 
La música no ha estado exenta de haber sufrido esta metástasis ¿estás de acuerdo en esto?
La música no ha sido decapitada por el fenómeno Internet, sino como todo, por el mal uso del mismo. Desde la llegada de Internet a España, de cada diez ordenadores usados en los hogares españoles, ocho, han estado única y exclusivamente dedicados al uso de chats pornográficos, de búsqueda de amoríos y amistades, de pornografía de todo tipo y color, y en la actualidad de redes sociales ¿Cómo ha podido influir esta actitud a la cultura? Esta es precisamente la cultura dominante y no solo desde la aparición de Internet, sino desde tiempos inmemoriales.Por supuesto que a día de hoy son incontables el número de músicos que emergen constantemente hasta de debajo de las piedras y que a gran escala el porcentaje de la concesión musical de la era que nos corresponde, se basa en la competición, en alardes en torno a delirios de puro y crudo exceso de tecnicismo descuidando la musicalidad y el sentido más honesto de la creación musical, porque ahora solo tienes presencia en contados medios de comunicación si eres idiota, y en YouTube si te crees Buddy Rich en el aula magna de la Berklee School.Por lo tanto ¿qué es lo que ha evolucionado realmente? ¡¡Nada!! Seguimos siendo totales y absolutos corderos de la imposición aberrante a los que a los poderosos más pobres, les sigue interesando domar con la finalidad de encauzar un redil que no se desmarque de la corriente marcada por el oportunismo con el fin de que a velocidades vertiginosa, la sociedad sea más hueca sin que esta, protagonice de una vez por todas ese meritorio hueco dotado de equilibrio mental.
Por lo tanto ¿esto es lo que manifiestas a través del sonido de Agony And Ecstasy y la causaEL ÉXTASIS Y EL TORMENTO: ENTREVISTA CON LUIS ARNALDO fundamental que te hizo llevarlo a cabo?
Entre otros factores sí. Si he de ser franco me he sentido muy incómodo con todo cuanto he vivido en mi entorno desde prácticamente el año 1993 hasta la actualidad. Siempre ha habido algo que me ha hecho ser poco receptivo con la década de los 90 y el nuevo milenio. Como si de un presagio caótico se tratase. Ni cultural, ni política ni socialmente he tenido un prisma claro y coherente del desarrollo y la evolución de mi generación y las siguientes. Creo que cuando despedimos el año 1989 y nos adentramos en la década de los 90, empezamos esa caída empicada hacia una arquitectura de estructura claramente orientada hacia una revolución de hipocresía, excesos consumistas, alardes de grandeza gritados desde la miseria, y retrogresión absoluta. Es lamentable vivir en una era en la que teniéndolo prácticamente todo, se pierde la coherencia y se han extinguido valores. Es aterrador vivir en una época en la que quien comete excesos de drogas y alcohol tira a la basura un paquete de pan de molde porque lleva diez horas caducado manifestando que le puede hacer daño. Tiempos, en los que se cuida el físico por motivos estéticos y se desprecia el cuidado de la salud. Tiempos en los que los poderosos son pobres, y los mendigos de la nada tienen el poder.
Totalmente de acuerdo Luis, y de todos los proyectos musicales en los que militas, y más en concreto de los que apadrinas ¿qué significa para ti Agony and Ecstasy? 
Agony And Ecstasy significa desequilibrio desde el epicentro de un equilibrio que a modo de inconformismo e ironía pretende espantar, descuidar por completo oídos lejanos, procurando aproximarse con cautela y total estima a los oídos más cercanos, a cambio de críticas que contribuyan a la mejora y el progreso de mi propia música, huyendo de elogios y madrastras. Agony And Ecstasy es el proyecto de mayor reto musical y con el que me identifico en todos los aspectos.
Lo has encaminado desde tu enfoque y concepto de la vida con la finalidad de remover actitudes demasiado, digamos, conformistas que también se dan en el espectro musical de vanguardia progresiva, si me permites esta definición, a la que muchos autodenominados críticos musicales se han acomodado. ¿Estás de acuerdo conmigo?
¡¡Exacto!! Estoy considerado como un terrorista sonoro cuyo objetivo es dinamitar con otro tipo de armas y diálogos musicales dentro de las ramificaciones progresivas las actitudes de una enfermedad crónica como es el inconformismo hallado en ese constante vacío que trae consigo y más en la actualidad, el intrusismo , otro fenómeno muy de moda en los últimos años donde se juega a ejercer profesiones culturales como las de músico, actor, pintor, escritor, cineasta, periodista especializado o locutor de primer orden, siendo avalado por buenos recursos como refuerzo, pero con predominio del uso de la peor materia prima.
El Rock Sinfónico Progresivo y sus ramificaciones en la actualidad ¿crees que han perdido toda su credibilidad y respeto debido a esta nueva ola de críticos?
Si una composición en concreto excedía de más de tres o cinco minutos de duración y sin estructura vocal en la misma, ya estaba vetada de su difusión hace más de cinco décadas. En aquel tiempo, el negocio musical se gestionaba en pequeños despachos donde imperaba en el ambiente un intenso olor a sobaco de mandril del Zambeze, mezclado con el aroma de puros de un metro de diámetro por tres de largo. Evidentemente, como en la mayoría de los negocios de esta materia, el responsable o fundador de un sello discográfico, si carecía de algo, era precisamente de conocimientos musicales, por lo tanto se dejaba asesorar del estúpido que podía ver negocio en propuestas musicales más absurdas que culturales, a las que con un poco de líquido de caramelo sobre su textura, se les podía sacar el mejor de los partidos para que las cifras fuesen rentables asegurándose en consumo de las mismas cuya vigencia es imperecedera. Por aquellos mismos despachos, desfilaban otros aficionados a la escritura y la fantasía de cemento, los cuales por el hecho de reseñar a las bandas más representativas del Pop Art en los periódicos de mayor tirada y de ver su propio nombre reflejado en la firma de la reseña, se autodenominaban críticos musicales. La mayoría de ellos, eran estudiantes, o tenían otras profesiones y muy poco gusto y criterio musical. Licenciados en periodismo al uso, podían ser cuatro de mil. Y esto mismo, sigue sucediendo en la actualidad, pero en vez de ser mil, son millones de millones. Y ya no solo se atribuyen una profesión en la que no se han formado y la que desconocen por completo, sino que son los creadores de un amplio despliegue de etiquetas que han hecho la música contemporánea todo un maremágnum de vertientes, corrientes y océanos infumables en su mayoría.Se está haciendo muy buen Rock Progresivo, Sinfónico y R.I.O. en la actualidad, pero precisamente el que más cuenta con pura y genuina crema de cacahuete no tiene presencia mediática y hay que pescarlo con caña en la red, para investigar y llegar a esas bandas con la finalidad de apoyar su obra y darles toda la cobertura posible en ese petit comité del criterio, que por fortuna aun predomina en la actualidad.
Volviendo a la actualidad que nos ocupa, ¿cuál es tu intención con respecto al oyente cuando se enfrenta a un trabajo de Agony and Ecstasy? ¿Qué quieres comunicarle al oyente?
Trato de llevarlo a la visión de mis conceptos a cerca de la impresión que diversos conceptos me generan. La sociedad, la actualidad de un mundo y la forma en la gira un planeta que está al borde de un caos anunciado, pregonado desde la existencia de un virus llamado ciclo.Intento transmitir a su vez, lo que me conduce en cada momento que escribo o me sumerjo en una composición a merced de impresiones cotidianas tales como espacios, tiempos, personajes, paisajes y emociones diversas que intento construir sobre estructuras de agonías y estasis. 
Me explico, Code Walrus, uno otro de tus proyectos a dúo con el guitarrista Chou Saavedra, es un progresivo fresco, sin vergüenza y ecléctico que requiere mucha atención al oyente. Pero Agony da una bofetada crítica, según mi punto de vista, a quien prefiere que le den todo hecho en contraposición a aquellos que investigan en cada nota y en cada recodo de tu música un referente contemporáneo de inconformismo. Conocida esta parcela de tu trayectoria, ¿crees que tu música está trazada para incomodar a la obesidad cerebral que reina hoy en día?
Así es. Ese es otro de los motores vitales de Agony And Ecstasy. Mencionaba anteriormente que Agony And Ecstasy procura ser fiel a ese terrorismo sonoro en el que predominan escabrosos terrenos en los que el oyente no puede surcarlos con comodidad. Agony And Ecstasy es una continua búsqueda de horizontes imperfectos en el perfecto sin sentido de un lenguaje que huye de cárceles de estructuras simétricas e igualdad desigual. 
Toda una filosofía musical lo tuyo, Luis. ¿Cómo surge el proceso compositivo en el proyecto? Dada su elaboración y complejidad, supongo que es una unión de ideas que vas amalgamando para conformar un todo. ¿Es así o es menos complejo que el resultado final?
La composición no es un proceso estipulado a seguir como norma. Existen momentos en los que las ideas fluyen constantemente y se van amarrando para el almacenamiento de cabos, y otros momentos en los que sigo una directriz en busca de la propia motivación. Normalmente la filosofía es espontánea y visceral, y es en lo que posteriormente se van desarrollando el resto de piezas de la elaboración de un puzle irregular bajo un mismo nexo por difícil que este sea de asumir. La carretera sobre la que ruedan las composiciones en su mayoría siempre suele ser la misma, un asfalto en condiciones tan optimas como intransitables.
A pesar de que hay grandes colaboraciones en tu proyecto, ¿por qué prefieres que Agony and Ecstasy sea el proyecto multiinstrumental de un solo músico, es decir, por qué ese deseo en que todo esté controlado por ti? Casi llegas a convertirlo en algo sagrado e intocable.
Entiendo que realmente da una impresión dictatorial y narcisista basada en un todo yo. Y de esta forma he venido prolongando la vida de Agony And Ecstasy durante su singladura. Pero lo que realmente necesita este proyecto son colaboradores sin ningún tipo de prejuicio creativo, que aporten su concesión a mis propias ideas. No soy multi-instrumentista, mis conocimientos en cuerdas, metales, vientos o inclusive en mi propia parcela, las percusiones, son limitados y pretender abarcarlo todo en la música, al igual que en la vida misma, es culminar abrazado al nadismo. A ese: Soy todo que no soy nada. Me he formado como baterista y de hecho la práctica musical es un continuo aprendizaje. Con el tiempo te vas integrando con cautela en otros instrumentos y más aún, conforme vas adquiriendo conocimientos musicales, pero no estoy capacitado para ser ese hombre orquesta confeccionado en cualquier laboratorio japonés o estadounidense, de cuna virtuosa avalada por el apoyo poderoso del incondicional apoyo de ese bolsillo que lo apuesta todo por ti. Así que las colaboraciones de otros músicos son vitales, al igual que sus propias ideas son bienvenidas para posteriormente trabajar conjuntamente en ellas.
¿Cómo fue recibido el segundo álbum Prankspor la crítica sesuda y cabezuda que pudo escuchar tu obra?
Nadie tuvo cojones a desgranar Pranks, a decir: Joder Luis, qué disco más pésimo has hecho, que valiente eres al publicar y distribuir semejante obra tan lamentable, o a decir: ¡Vaya hombre, vas progresando poco a poco, sigue así y llegarás a hacer un producto audible!! Tan solo los incondicionales y nobles, y a la par escasos, muy escasos responsables de los medios de difusión a los que quizá por pena, o por aprecio le dan cabida a todo cuanto sale mi horno de color sepia. Y los pocos que lo han hecho, han sido muy generosos y valientes al difundir en las ondas o en publicaciones especializadas un disco de semejante calibre dotado de alto potencial aberrante y vacío. Lo cierto es que es una obra de campo en su mayoría y de experimentos en estudio, grabados tal cual iban surgiendo. El resultado fue un producto precipitado que hubiese dado juego a un jugoso contenido. Una obra calificada por algunos dotada de placenteros escalofríos. Otros, lo han ignorado por completo y no me sorprende en absoluto, porque para difundir en la Radio o reseñar en cualquier Web un disco así, hay que tener un buen par y estar preparado para protegerse de una consecuente tormenta que llegaría a inundar a la humedad más helada. Por otra parte, el disco no fue enviado ni anunciado a la mayoría e cabezudos gigantes de la escuela Wikipedia dado que no estimo oportuno perder el tiempo en la búsqueda de apoyo promocional de quienes reflejan en tiempos actuales los guiones magistrales guiones del director Mariano Ozores.
Antes mencionabas el papel que han jugado los redactores y críticos, o falsos críticos musicales de hace años, y creo que tu opinión al respecto en lo que al panorama de actualidad se refiere es la misma, pero ¿no es verdad, que con la cantidad de medios que se dispone en la actualidad, y esto es mi opinión personal, la gran mayoría está perdiendo la profesionalidad y todo esto puede llegar a convertirse en alimento de gurús mal informados?
La pregunta ideal sería ¿existen críticos musicales en la actualidad? La fuente de redacción y posterior confección del periodismo musical llevado a cabo aquí, allá y por doquier en los últimos años nace mayoritariamente de Wikipedia y su amplia amalgama de contrastes ‘’descontrastados’’. Otros, apuestan por la búsqueda de información mediante biografías o publicaciones de texto que en un elevado número han sido gestadas a bordo de la indocumentación, buscando contrastes sobre laberintos en los que predomina el vértigo de la contradicción. Y otros, recurriendo a las páginas web de los propios protagonistas musicales, un centro fiable cuando los propios músicos reflejan su propia historia. Pero por h, por b, siempre predomina un algo, que finalmente concluye en ese ‘’no sé qué’’ y ante el oasis de la imperiosa duda, Wikipedia es el denominador común de un copia y pega, corre ve y dile, y el afán por genérico de difundir noticias, hechos, datos y citas que posiblemente hayan podido tener lugar, pero no el tiempo exacto que revela la gran fuente que llena de empacho al interesado y al inocente consumidor.No vamos a hablar del papel que ocupa en la actualidad la prensa musical en medios como la difunta radio, porque la especializada y honesta, llegó a su final a primeros años 90. Cierto es por otra parte que aún se mantienen pequeñas entidades radiofónicas locales, en las que perduran viejos espacios especializados con más de treinta años de trayectoria brindando apoyo incondicional a grupos de estilos determinados como el Rock, el género de mayor presencia en las pequeñas ondas y la red, la cual está saturada de webs, webzines, emisoras Online en las que colgar un pequeño candil de llama débil, es prácticamente imposible.EL ÉXTASIS Y EL TORMENTO: ENTREVISTA CON LUIS ARNALDOEs incalculable el número de podcast que habitan en diversos rincones destinados su almacenamiento, y al menos, en la parcela musical que nos ocupa, la de las músicas progresivas, los podcasts hechos en este país, son escasos e incitan al suicidio de forma directa. Sus absurdos contenidos diseñados por los nuevos Cristobales Colones del género, o Jordis Sierras i Fabras, carecen de criterio y conocimientos a los que hay que sumar la nula información y ese rigor que brilla por su ausencia. Y lo peor, es que quienes realizan esos espacios de ocho, nueve o doce horas de duración también se auto definen como profesionales de la difusión, a través de sus propias páginas web usadas por ellos mismos como soporte y lanzadera de una lamentable trampa en la que cae la unanimidad del tedio. Así que cuando uno observa que un podcast que cuenta con horas o escasos días de vida y tiene más de cien escuchas, lo mejor es huir y no perder el tiempo prestando atención a quienes después de pinchar un viejo disco de Manowar predican que Kaipa y Flower Kings son la esencia y la base del progresivo clásico sueco, o que Imán, Guadalquivir o Triana lo son del español y posteriormente difunden promocionan un disco de Tierra Santa o Marea, alegando que ese bloque radiofónico casero está especializado en músicas progresivas o experimentales. Todo este elenco de ‘’soplapollas de ayer y de hoy’’, de procedencia subterránea y vírica, son el epicentro del ‘’nadismo’’, aunque es admirable su atrevimiento a la hora de escribir libros biográficos o de ciencia putrefacción, o de crear música o de volar sin motor sobre un estrecho cielo pentagonal. La intrusión a la que tanto hacemos hincapié es una de las metástasis de la nueva era.Estoy hablando de pequeñas sectas que no contribuyen en ningún aspecto a que las nuevas generaciones puedan adentrarse en las músicas progresivas, ni apoyan a las bandas más necesitadas, ni se esfuerzan en descubrir a otros grandes representantes del genero tanto a modo pretérito como presente. Ha habido un antes a King Crimson, Yes, Cream, Costa Blanca o Iceberg. Aunque el hecho de que saber discernir no nos hace más hombres la humildad debe de ser una fuente de minerales obligados a su consumo, porque en este un país etílico, la resaca hay que combatirla bebiendo humildad, para que esta sea más leal que llevadera. Creo que si uno es carpintero o pastelero, no es ningún motivo de deshonra, al revés, al menos ejerces un oficio y tienes un puesto de trabajo que dignamente te puede permitir tener hobbies como el consumo de arte y la difundir el mismo como aficionado, cosa que es admirable y respetable, pero tu oficio es el que te da de comer, no con el que matas tu tiempo libre. 
Por otro lado, yo sé que disfrutas mucho ya no solo de tocar a nivel personal de un amplio espectro musical que va desde el sinfónico al progresivo, pasando por el RIO, el jazz rock o la música de vanguardia, y eres un gran devorador y consumidor de estos géneros junto con la literatura y el cine, pero ¿qué tienen estas músicas y géneros que no tengan otros? ¿Dentro de la música de actualidad y la constante sucesión de corrientes y subgéneros, hay algún artista que te llame la atención?
Creo que ambos, tú y yo hemos crecido con música, al igual que otros cientos de miles. En mi caso en concreto, consumía los discos y cassettes que mi hermano mayor compraba por doquier. Fui uno de esos niños que en la recta final de los años 70 y primeros 80, tuvo la suerte de ver como entraba música mayoritariamente Rock a casa. A este hecho, contribuía a en gran medida en endiabladas triquiñuelas de las fórmulas radiofónicas de la época, que en las tendencias más convencionales nos hacían conocedores de que Supertramp, Yes, Genesis, AC/DC, Deep Purple, Led Zeppelin, Kansas o Queen entre otros, seguían en vigor, junto con otros nuevos valores nacionales como Asfalto, Ñu, Barón Rojo, Alameda, Imán, Cai, Borne o Leño. Y así han ido pasando los años, en los que, del rock, el pop, el folk, el metal y la música en general tanto en lo que los viejos clásicos como a los contemporáneos respecta me han ido llevando a declinarme hacia los sonidos menos convencionales de la materia, los menos mimados y los siempre excluidos de su meritoria difusión y expansión. Y es que, hasta que aceptas que esto es un negocio más, transcurre un periodo determinado de tiempo denominado madurez en el que casi todo lo que escuchas entra por ambos oídos a la par que el cerebro va procesando y cribando tu propio gusto ayudándote a encontrar tu identidad musical, sugiriendo probar de forma paulatina otras propuestas que satisfagan tus inquietudes. Y así, es como acabas desembocando en el tiempo en un gusto que no es ni mejor ni peor que el de otros dado que como debe de ser cada cual ha de tener sus propias preferencias y el consumo cultural es algo que va en total y absoluta función de tu propia identidad personal. Creo que me identifico con las músicas progresivas y avanzadas porque desde el día en el que vine al mundo, fui más fantasioso que Rick Wakeman, más investigador que Colombo, más observador que cualquier telescopio de la NASA inclusive, y más inquieto que el trasero de Tina Turner, y tras haber escuchado rock, pop y folk desde temprana edad, termine declinándome por las músicas basadas en contenidos de elaboración creativa con predominio del tecnicismo creado con humildad basado en el mundo temático o la libertad de expresión en estado puro. La música que emerge desde la frescura y posteriormente se curte con paciencia, disciplina y pleitesía al arte, me ha seducido más que otras propuestas basadas en la fórmula de aroma añejo centradas en la búsqueda del acierto, a pesar de que proceden del centro del corazón. Pero no pretendo decir con esto que otras tendencias o estilos no hayan gozado de meritoria salud y tengan carencia de interés, pero si para todo tipo de senos existen variadas medidas de sujetadores, para gustos lo propio con los colores.Actualmente se sigue haciendo muy buena música en general, se publican discos que no tienen el menor desperdicio, pero eso sí, con cuentagotas. No obstante, buscando, investigando se encuentran verdaderas obras de arte perpetradas por músicos de un nivel sobresaliente que merecen apoyo, remuneración y lo más importante, reconocimiento a una profesión no a un sacrificado oficio encasillado en el campo de los pasatiempos en la tribu de los perro flautas.Me han sorprendido gratamente bandas como Gamabrella o proyectos como Fern The Fact entre otros a nivel nacional. Son productos muy interesantes. En lo que al panorama internacional concierne me siento especialmente atraído por nuevas propuestas de Jazz cosechado en Europa y puntuales grupos actuales de Prog Rock y Avant Garde. Sostengo que la música en general se ha convertido en un campo de concentración de intrusos y de estrellas de competición y emulación bajo la finalidad de explorar límites de velocidades, tecnicismos y ejecuciones de puro exhibicionismo carente de creatividad y musicalidad. Es digamos, ese más de lo mismo dentro de un mecanismo engrasado por los neo ineptos del culto al ego con el afán de la presencia masiva. Y ya que no es rentable en producciones discográficas de formato físico, tienen presencia en plataformas digitales y al mundo entero concentrado en canales de Youtube, donde hasta el más tonto del ‘’pueblu’’ ocupa el trono del excelso y magnificado elogio de un cáncer llamado unanimidad, mientras que por otro lado, la humildad, el sacrificio, la disciplina y el trabajo de criterio realizado por artistas mayúsculos, seguirá ocupando el hueco, amplio y extenso hueco del infortunio. ¿Cambiará esto algún día, y el músico disciplinado será reconocido como profesional, y el intruso, amateur, o experto mediocre dejará de ocupar la vacante equivoca? Desgraciadamente por ahora no y en ese mañana que con la edad se atisba desde las tinieblas, se puede tener un mínimo de fe en el fenómeno cíclico en el que no solo creen los hijos del derrotismo y la certeza de la exactitud. 
En tu estudio de grabación cuando te solicitan para grabar baterías para estilos contemporáneos y comerciales ¿Cómo te sientes ejecutando? ¿Te has encontrado con grabaciones a las que podíamos denominar insufribles? Inclusive, los grupos que graban en tu estudio ¿En su mayoría que propuestas musicales suelen registrar con más asiduidad? ¿Quizá te sientas más libre expresando en la música que destinas a audiovisuales?
Cuando te enfrentas a grabaciones de todo tipo, tienes que estar preparado para asumir desde la más excitante sin pecar de Dios del Groove, y para la más aberrante sin que la desmotivación te aplaste. Siempre tienes la ventaja de que tanto en las unas como en las otras aportas tu pequeño grano de arena, pero a fin de cuentas tocar un instrumento no entiende de ceñirse a un estilo determinado, y lo excitante y aberrante se convierten un deber que hay que llevar a cabo de la mejor manera que puedas porque la música es arte y el arte es pasión. Respecto a los grupos que graban conmigo proceden del rock en su mayoría y de otras propuestas totalmente desvinculadas. No es un estudio orientado a un género determinado, pero lo que más se ha registrado en el mismo ha sido rock de todo tipo.Y cuando realizo música para audiovisuales me siento como pez en el agua, y en parte es debido arropado por un número de grandísimos músicos.
Antes hemos hablado de intromisión profesional, de publicaciones biográficas y demás experimentos de texto sin criterio. En tu caso ¿Nunca te has propuesto publicar una biografía, o un libro de batería y percusión?
No soy amigo de las obras biográficas y más teniendo en cuenta de que vivimos en la era del exceso y sobre exceso informativo, a pesar de la carencia de criterio y de que los datos y anécdotas de gran relevancia no tienen presencia. Pero no, no comulgo con narrar la vida y obra de un artista determinado. Creo que en mi colección literaria las biografías escasean y son muy puntuales. En la discografía de tus bandas predilectas ya tienes todo cuanto necesitas saber de ellos, lo que forme parte del contexto personal de esas bandas, ya es algo que va en función del morbo de cada uno, pero no ha de ser sabiduría estrictamente necesaria para alimentar precisamente algo, que poco tiene que ver con la cultura. Creo que con saber datos y fechas exactos de cuándo y dónde han sido hechas esas grabaciones y por donde han transcurrido sus consecuentes giras, es biblia más que suficiente. Lo que los miembros de tus grupos predilectos hagan o dejen de hacer con sus vidas, sus creencias, manías, glorias y penumbras… Y demás, forma parte de su derecho a vivir libremente y no es algo que al menos a mí me despierte interés. ¿Escribir un libro de batería y percusión? Yo desde luego que no soy el más indicado ni por asomo para esa tarea. No forma parte de mis inquietudes porque no soy ni mucho menos un Kiko Guerrero, Jordi Colomer, Salvador Niebla, José Antonio Pereira, Xavi Reija, Luis García, Pedro Barceló, ni Barriemore Barlow o David Kerman.Esa tarea les compete a algunos de estos bateristas que acabo de citar que son grandes maestros que algunos de ellos, o casi todos en la actualidad, lamentablemente sobreviven como pueden en este oficio del que, durante las últimas décadas, otros impresentables titulados en la escuela del ‘’nadismo’’ se han encargado de convertir esta profesión en hobbie.
¿Y no te has planteado escribir un libro basado en experiencias profesionales, y las anécdotas que has ido acumulando a lo largo de tu vida en referencia a cuantas personas bizarras has conocido en el mundo de la música? ¿O inclusive, un enfoque literario equivalente a Agony And Ecstasy a través del papel?
Enfocándolo de ese modo creo que material para una obra de ese concepto tengo más que suficiente y daría para una buena serie de obras sucesivas. No es algo que descarte en un futuro no muy lejano.
¿Algún personaje de peso que te haya servido como nutriente en tu trayectoria profesional, o para crear música conceptual a modo irónico?
No creo que todos los dedos de la humanidad, sean suficientes para contarlos. Pero creo que todos, absolutamente todos, somos personajes con nuestro ‘’algo’’, del que ningún ser humano a lo largo de la historia ha estado, está y estará libre. 
Acabamos prácticamente de salir del fenómeno de la Navidad, una época en la que los músicos y los que poseéis voces radiofónicas potentes, soléis tener bastante trabajo en las campañas navideñas, pero es el tercer año consecutivo que rechazas ofertas, algunas de ellas muy interesantes y te desvinculas de formar parte de las campañas navideñas. Creo que entiendo el por qué lo haces, pero ¿Te importaría explicar el por qué?
Por razones obvias la Navidad ha perdido mucho peso, aunque sean esas fechas del año en las que la sociedad está condenada estratégicamente al consumo. Es un holocausto que puede despertar cierto interés en niños a quienes sus padres les inculcan los quince días más repulsivos del año. La educación es libre e incuestionable. Pero no es momento para ceremonias navideñas para este país, y si me niego a contribuir a las campañas de Navidad, es porque vivo y siento lo que hago, y para mí, no es agradable colorear de música o ponerle voz a la imposición consumista, cuando el hambre siega vidas de niños y adultos, inclusive en mi país, o cuando nuestros ancianos sufren las constantes hecatombesy criminales reformas y leyes en los que son sometidos a vivir en la más absoluta miseria tras haber dedicado una vida al esfuerzo y el sacrificio de la supervivencia. No contribuyo a que en hospitales y fuera de ellos la suerte se olvide del derecho a la vida viajando a bordo de enfermedades que ya debería de estar exterminadas. No contribuyo a la oscuridad que sufren los hijos de la injusticia, mientras que, en la actualidad, la luz navideña ciega desde la calle menos transitada de la mayor urbe del mundo, a la aldea más remota del concejo menos poblado.Y no hago esto por atribuirme honradez y el derecho a merecer una medalla de distinción. Lo hago por dolor, sensatez y porque la mejor remuneración que puedo obtener, es la sonrisa de todas esas personas, que por desgracia no son pocas, que agradecen a la propia vida que la misma les conceda un día más de luz natural, sin pedir nada a cambio, sin quejarse a pesar de tener motivos de peso extremo para hacerlo, y que en sus rostros muestran la mejor de sus sonrisas ante la adversidad que trae consigo la injusticia.Yo fui niño en su día, y soñé con la llegada de papa Noel y los tres traficantes de oriente, pero los niños de hoy, por desgracia, están encarcelados en tecnologías que han enterrado juguetes, parques y juegos de antaño. Y lo peor para un niño, es que carezca de infancia natural y del mejor de los juguetes, que en mi opinión no es otro más que la propia imaginación. Reitero una vez más, que actualmente, se tiene de todo, que la sociedad ha llegado a su propia obesidad mental por el mero hecho de que teniéndolo todo, es más pobre y miserable que nunca.
Y para terminar, ¿cuáles son los planes futuros? ¿Cómo está evolucionando la grabación del nuevo trabajo de Agony and Ecstasy, y quienes están colaborando en él? Yo sé que algo va a aparecer y que va a remover muchos oídos musicales.EL ÉXTASIS Y EL TORMENTO: ENTREVISTA CON LUIS ARNALDO
Estoy trabajando en el próximo disco de Agony And Ecstasy para el que me estoy rodeando de otros grandes músicos, que están contribuyendo a llevar a cabo un trabajo cuyo caudal transcurrirá por un R.I.O de agua potable en la constante lucha por dar con el antídoto adecuado para frenar la obesidad mental. Aunque sobradamente sabemos que hasta que el cerebro no explote, o sufra un derrame letal, no hay solución posible. Pero la nueva propuesta discográfica está prácticamente compuesta, y grabada en parte. Aún queda trabajo por hacer, pero al menos, en este nuevo disco, ocuparé humildemente el papel que me corresponde en el mismo, que no es otro más que estar tras la batería, la composición, la observación, la nostalgia, el respeto, el seguir riéndome de mí mismo y después de un inocente resto amorfo, al que pretendo desagradar una vez más con el mismo ataque, ese ataque que no entiende de defensa, tensión o la búsqueda y captura de un protagonismo excéntrico, intruso, populista, socialista, centralista, ambidiestro… O la madre que me pario.Para este nuevo trabajo he contado con músicos de la talla del baterista Antonio Sanchez (Pat Metheny, Migration, Bad Hombre), Bill Noland, Madeleine Noland procedentes de la banda norteamericana Eccentric Orbit o David Abad Segovia entre otros junto con Mayka Larralde y otras gentes de no sé exactamente dónde, pero que han sido registradas en mis fieles compañeras de aventuras campestres y urbanas, ¡¡me refiero a mis grabadoras de mano!! El campo y la urbe tienen que seguir teniendo presencia en mis obras.
¿Algo más que añadir a los lectores y seguidores?
Tan solo agradecerles al igual que a ti la paciencia, el interés y el hecho de haberle prestado atención a esta agradable entrevista que me has brindado. 
Solo me queda agradecer tu atención, y desearte lo mejor en todos tus proyectos mientras me mantengo expectante ante lo que albergará ese nuevo trabajo discográfico de Agony And Ecstasy. Gracias amigo y recibe un cálido abrazo.
Gracias a ti por manifestar tu interés y seguir mi obra, y aprovecho para felicitarte por la labor que desempeñas en la difusión de las músicas arriesgadas y menos populistas.

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