Revista Cultura y Ocio

El farol en los juegos de naipes, el arte del engaño

Publicado el 25 abril 2014 por Albilores @Otracorriente

 

farol

El farol es una jugada falsa para intimidar al contrario en los juegos de naipes, con el fin de robar la cantidad apostada en una mano sin jugada. Es típico y muy usado, por tanto, en los juegos de apuestas o envites. El objetivo es robar una cantidad de dinero, fichas o tantos, dependiendo del juego de que se trate, para arrebatar el valor de una mano al contrario cuya jugada suponemos que será superior a la nuestra. Por ello se trata de una jugada opcional que se debe saber ejecutar para lograr la máxima eficacia posible con el menor riesgo.

En el póker, el farol se da habitualmente y se basa en el principio de que es más fácil echar que querer la apuesta. El principal argumento de un farol en el Texas Hold´em no está en saber leer al contrario la debilidad de su jugada, sino en tener un proyecto de jugada, que en caso de que el rival nos pille la “mentira”, las cartas que quedan por salir, bien en el Turn o bien en el River, nos puedan salvar la continuación en el torneo, si logramos conectar el necesitado proyecto. En este caso no sólo salvaremos la “vida” sino que, probablemente, hayamos doblado el stack.

En el mus, el farol tiene una consideración diferente. Para muchos jugadores consiste en robar “chinos” a la pareja adversaria, pero esto no debe ser lo más frecuente. La finalidad de esta práctica en el mus no debe ser la de robar “chinos” que por jugada no nos corresponden, sino el de defender los que, aunque por jugada no nos corresponden, pero por mano sí deben ser nuestros.

De lo que se trata con el farol es de refugiarnos en la fuerza que supone ser mano (¡ojo! Nunca postre) en ciertas jugadas puntuales como, por ejemplo, en el juego. Dado que en los torneos no existe la real (jugada que vencería a la mano) y que la 31 es de las mejores jugadas que existen en el mus -la más fácil de coger-, protegeremos frecuentemente esta situación con jugadas enérgicas, echando cantidades que serán difíciles de querer por parte de nuestros rivales aunque tengan buen juego.

El resumen de todo esto es que en ambos juegos el farol tendrá más éxito si somos jugadores poco faroleros ( rocosos) y escogemos selectivamente las jugadas en las que lo utilizamos, de manera que será difícil que el adversario ose aceptar nuestra apuesta.


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