Revista Coaching

El feedback de las creencias y emociones

Por Patricia Núñez López @tueterest
El feedback de las creencias y emociones

En segunda semana del curso de Habilidades y competencias a través del coaching personal se nos propone profundizar en el tema de las creencias y emociones. Se habla de como podemos analizar creencias limitantes. Pero me ha parecido más interesante el tratar resaltar como se alimenta el circuito para bien o para mal.
Una creencia limitante nos puede hacer probar una emoción negativa que a su vez hará que desarrollemos más creencias limitantes negativas y probemos más emociones negativas. En resumen, la pequeña caja donde habitas se irá haciendo cada vez más y más pequeña. Del mismo modo, el feedback emoción-creencia puede actuar en un ciclo positivo ampliando cada vez más nuestras fronteras y nuestras vidas.

Una vez escuche "Cierra tu mano y siempre estará vacía, ábrela y siempre estará llena", lo mismo ocurre con las emociones y las creencias.

Con relación a este tema formulan una serie de preguntas que he respondido de modo personal, también os confieso que estas últimas semanas estoy bajita de energías, así que no se si las volveré a retomar en otro momento para dar unas respuestas de las que este aún más orgullosa.

¿Tienes alguna idea irracional? ¿Cómo la afrontas?

Voy a traducir "idea irracional" por creencia limitante, ya que mis ideas raras y alocadas son las que más me definen y gustan. Dentro de mis creencias limitantes, esta la de la edad, que existe una edad para cada cosa y soy demasiado viejo para esto o aquello.

Para afrontarla intento buscar ejemplos de que eso no es verdad, por ejemplo con ancianitos universitarios que terminan carreras, ancianitos que se casan o ancianitos que se tiran en paracaídas.

¿Eres una persona racional o emocional?

Depende de la situación, cuando estoy ante una crisis en la que hay que reaccionar rápidamente prefiero dejar los sentimientos a un lado y pensar en lo que objetivamente es mejor, o buscar la mejor solución al problema.

En el terreno personal, casi nunca soy racional me dejo arrastrar por mis emociones, es lo que podríamos denominar el "puenting emociocinal", me van bastante los deportes de riesgo, nunca elijo la opción más segura apuesto por aquella donde va mi corazón.

Sin embargo, también disfruto a la hora de analizar a conciencia, donde voy a cenar o que casa voy a alquilar. Me gusta analizar todas las variables y ver cuales se adaptan mejor a lo que busco. No existe una única solución perfecta.

¿Te consideras optimista, pesimistas o realista?

Los optimistas perseveran, los pesimistas ya están muertos y los realistas son pesimistas disfrazados, incapaces de correr riesgos.

Yo voy fluctuando un poco por los tres estados, pero suelo estar más tiempo en modo "pequeño optimista" aquel que conserva energía suficiente para ir tirando y de vez en cuando mostrar una "gran explosión" de lo que otros llaman suerte.

¿Te marcan mucho los fracasos?

Sí, pero me han servido como experiencia. Concretando, llevo mucho mejor los fracasos académicos y laborales, que los sentimentales. En los dos primeros, lo veo como una falta de preparación u experiencia en lo que se requería. Mientras que en el terreno emocional lo llevo mucho peor...sinceramente pienso: "una persona que me conozca bien, como no va a querer estar conmigo". Supongo que no llevo muy bien que las personas cambien de opinión respecto a mí. Porque yo suelo dejarme la piel buscando lo que hay de bueno en ellas.

Resumiendo, más que el fracaso me marca el rechazo. He aprendido a sobrevivir con el fracaso pisándome los talones, unas veces se gana y otras se pierde. Pero el rechazo, maldita sea el rechazo no lo soporto.

¿Cómo ves la botella normalmente: medio llena o medio vacía?

Aunque las cosas vayan mal siempre pueden ir a peor...sin embargo, creo que poniendo de mi parte puedo solucionar cualquier problema, de hecho no me puedo quejar de las cartas que me han tocado he tenido una infancia digna de Siddhartha Gautama, libre de sufrimiento. Creo que la misma situación para una persona puede ser el cielo y para otra el infierno, todo depende de nuestra actitud.


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