El fenómeno social de Los Juegos del Hambre

Los Juegos del hambre son una trilogía escrita por Suzanne Collins , enfocada a un público juvenil, aunque están atrayendo a gente de todas las edades gracias a su componente morboso y adictivo que hace que sus lectores se enganchen a ellos.

Estos libros tratan sobre una sociedad postapocalíptica situada en Norteamérica, que después de la Guerra ha quedado reducida a 13 distritos en una región llamada Panem. En ella,  estos 13 distritos vivían esclavizados por el Capitolio, que podríamos decir que es el tirano gobierno central, y cuando el distrito 13 quiso iniciar una revolución, el capitolio lo destruyó por completo e inició Los Juegos del Hambre, una especie de reality show en el que todos los distritos debían llevar cada año a dos tributos (un chico y una chica de entre 12-18 años), habiendo así 24 candidatos que debían competir por la supervivencia en una lucha a muerte donde sólo podía quedar uno vivo. Estos candidatos se escogen al azar con un sistema de papeletas en el cual los ciudadanos tienen que introducir una papeleta con su nombre cada vez que piden ayuda con bienes de consumo, y el resto de ciudadanos están obligados por ley a ver Los Juegos en su totalidad.

El hecho de que haya que pagar un precio tan alto por pedir comida, que exista este componente morboso que obliga a sus ciudadanos a ver morir a sus hijos, un gobierno tirano que entretiene a su pueblo con esta clase de juegos para distraerlos de los verdaderos problemas a los que se enfrentan y evitar más revoluciones y el amor que sienten algunos de sus personajes, son algunos de los motivos que están haciendo de esta saga de libros algo tan mediático.

Sin duda, vemos que entre las líneas de estas novelas se esconde algo más: la sociedad de hoy en día. Si nos fijamos, la sociedad de Panem no dista tanto de la que un día hubo en Roma, con los juegos que realizaban los gladiadores para disfrute de los ciudadanos y mantenerlos entretenidos mientras Roma iba siendo derrotada en todas sus fronteras (al pueblo: pan y circo). Los Juegos del Hambre buscan llamar a las jóvenes generaciones a rebelarse contra el orden establecido y mostrar los peligros que suponen la oligarquía y el lujo descontrolado.

Hay diversidad de opiniones acerca de las similitudes entre la sociedad de Panem y la nuestra, tanto en la red como fuera de ella. ¿Qué opinas tú?