La asistencia a las sesiones de la 70ª edición del Festival, que se celebrará entre el 16 y el 24 de septiembre, se enmarca en el mismo contexto. “Distribuir estas entradas entre las personas que participan en estos programas de acompañamiento es una manera de normalizar y de reforzar su proceso de inclusión, y consigue que el Festival de San Sebastián no aparezca como algo inaccesible, sino que, por el contrario, pueda incluir a todas las personas de nuestra sociedad, entre quienes se encuentran las llegadas desde otras culturas”, explica Karlos Ordoñez, el coordinador de programas de mentoría social de SOS Racismo Gipuzkoa.La mentoría social es una herramienta de intervención para personas en situación de fragilidad. A cada una de ellas se le asigna un mentor o mentora para que sea su acompañante tres horas a la semana a lo largo de un mínimo de seis meses. De esta manera, se trabajan aspectos que tienen que ver con el proceso de inclusión como la autoestima, la socialización o el bienestar psicosocial. SOS Racismo Gipuzkoa cuenta con tres programas de mentoría social: Urretxindorra, que vincula estudiantes universitarios o de grado superior con niños y niñas preadolescentes de origen migrante -y que, precisamente en estas semanas, tiene abierta sus puertas para incorporar voluntariado universitario de cara a su novena edición-; Izan Harrera, desarrollado junto a ZEHAR Errefuxiatuekin, en el que personas refugiadas o solicitantes de asilo son acompañadas por el voluntariado de SOS Racismo, y el programa Itsasargia, dirigido a mujeres autóctonas y migrantes en Pasaia. Además, junto a la Red Ciudadana de Acogida también se hacen procesos de acompañamiento a jóvenes que viven en la calle.
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