El final de mucho, el principio de más

Nueve y cuarto de la noche. El silencio vuelve a reinar en casa a estas horas del día. Los niños duermen aunque con nervios porque mañana empieza una nueva etapa en sus vidas. Atrás han quedado meses de sol, playa, piscina, escuelas de verano, deberes antes de jugar en el jardín. Días en los que hemos descubierto castillos, palacios, caballeros con su armadura y princesas de esbelto porte. Momentos inolvidables que mis pequeños aventureros habrán gravado en sus pequeñas cabecitas llenas de miles de sensaciones.Ahora toca volver al colegio. Volver al uniforme, a la mochila, a la carpeta, a los puzzles, tangrams, libros de texto y nuevos mundos por descubrir. Mundos escondidos en letras que empiezan a conocer y a darles sentido y números que han adivinado que a menudo se escapan de la pizarra y el pupitre.Mañana empieza una nueva etapa para ellos. Y para nosotros, sus padres que los observamos avanzar en la vida con sentimientos encontrados. Entre orgullo por verlos crecer y nostalgia por haber dejado atrás unos pequeños retoños que a penas balbuceaban sonidos sin sentido. Un capítulo de la historia, de nuestra historia termina. Mañana abrimos uno nuevo, que aun está por escribir.