El fútbol es un juego

Los jueves en MuyFútbol van a ser distintos. Como ya habrán visto, la sección Cartelera les muestra alguna película, algun libro, u objeto de la cultura que tiene que ver con el fútbol y que nos gustó compartirlo con ustedes. Acá, les dejamos una reflexión de uno de nuestros redactores sobre el si el fútbol es un juego o no. 

El título contradice a una nota que escribí a los pocos días del descenso de River. Allí decía que el fútbol no era un juego y daba varias razones, relacionadas principalmente al fútbol profesional.

En estos días, leyendo “Los 12 Apóstoles: Canibalismo y venganza en el motín más sanguinario de la historia argentina” de Luis Beldi, descubrí que en aquel texto había obviado algo importante. Varias personas me habían comentado sobre la nota anterior y a mí nunca me había terminado de gustar la nota que escribí, sin embargo, hay un párrafo del recomendable libro que me pareció importante remarcar y hasta me dejó claro que hay un fútbol que sigue siendo un juego. La contradicción va más allá del título de dos notas.

En una primera parte donde el libro introduce a la historia del motín de Sierra Chica en 1996, relata entre otras cosas, las instalaciones del penal. Cuando describe el “campito” de fútbol, no deja a un lado la debilidad que representaba en algunos presos. Y lo describe con una calidad de detalle que lleva a erizar la piel.

“El fútbol es una pasión que iguala. Los delincuentes cuando van a disputar un partido, son jugadores. Están hermanados ladrones y honestos. Jóvenes y mayores. Todos son iguales corriendo detrás de la pelota. Es un momento único porque se imaginan que cada jugada que hacen es bella y se ven elegantes a sí mismos porque dejan de ser quienes son para transformarse en su ídolo. Algunos se sienten Maradona, otros Francescoli o Batistuta. La pelota los hipnotiza y los hace vivir vidas prestadas. El que hace un gol se siente Dios y el que ataja un penal, también. El fútbol por momentos los acerca a la gloria. Goles que se hicieron en estos partidos y que son intrascendentes para los que lo convirtieron. El fútbol es democrático, aunque tenga reyes. También es ensoñación y mientras dura el partido, los presos se sienten libres.”

Lo que me hizo pensar ese fragmento es que sigue habiendo un fútbol que es un juego, tal vez mucho más amateur. Entonces, aunque parezca un delirio, sepan disculparme, pero con seguridad y testigos, puedo decir que hay un fútbol que sigue siendo un juego.