Revista Cultura y Ocio

El ganador

Publicado el 17 febrero 2011 por María Bertoni

El ganadorAdemás de El cisne negro, hoy también se estrena El ganador, película con perfil bajo a pesar de sus siete nominaciones al Oscar. Es que el film dirigido por David Russell pasa desapercibido a la sombra no sólo de las mega-candidatas (El discurso del rey, Red social, Temple de acero), sino de hitos como Rocky y Toro salvaje. Sin embargo, el film del ignoto David Russell es más visceral que sus mayores competidores y digno sucesor de los clásicos del box cinematográfico.

Melissa Leo es la otra revelación de un largometraje que, como sus grandes antecesores, salpica sangre, sudor y lágrimas dentro y fuera del cuadrilátero. Pocas veces habremos asistido a una tiranía de manager encarnada en la figura materna: Alice Ward lidera un matriarcado inusual en un medio masculino; curiosamente (o no) los rivales que la preocupan -adicción al crack y ”chica MTV”- pertenecen al género femenino.

Amy Adams también sorprende en un rol atípico. Al principio cuesta reconocer en Charlene Fleming a la cándida Brenda Strong de Atrápame si puedes, a la ¿intrigante? Hermana James de La duda y a la blogger de Julie & Julia.

The fighter (a no confundir con El luchador) también apuesta a números conocidos y exitosos. En el plano actoral, Christian Bale ocupa toda la pantalla no sólo por fidelidad a un personaje que no puede dejar de figurar sino por la facilidad con la que adapta su anatomía a las exigencias del guión (su delgado Dicky Eklund evoca al maquinista y contrasta con el atlético Batman).

El otro gran factotum es Mark Wahlberg que sobre todo brilla por su tino para generar productos televisivos y cinematográficos de impecable calidad. In treatment figura entre los primeros; La estafa maestra (que la televisión por cable proyectó días atrás) entre los segundos.

Sin dudas, El ganador respeta el género al que pertenece. Por eso no le faltan escenas de pelea en cámara lenta, golpes dentro y fuera del ring, destellos de un deporte cuyas victorias y derrotas inciden en la movilidad social de quienes lo practican, protagonismo del entorno que indefectiblemente acompaña a los boxeadores, entre demás elementos recurrentes.

Dicho esto, Russel se las ingenia para que éste no sea un título más. Por eso la contienda con sus actuales competidores resulta interesante. Por eso algunos espectadores estaremos atentos a lo que suceda en la madrugada del domingo 27 al lunes 28 de febrero.


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