Revista Salud y Bienestar

El GEG recuerda que el pico máximo de incidencia de la gripe se produce a mediados del invierno

Por Fat
Aunque con el otoño llega también la gripe, el GRUPO de ESTUDIO de la GRIPE (GEG) recuerda que es a mediados y finales del invierno, es decir, entre enero y marzo, cuando ésta tiene su pico máximo de incidencia, afectando al 10-15% de la población. Por ello, el doctor Ramón Cisterna, coordinador de la GEG y jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto (Bilbao), señala noviembre como "un mes idóneo para vacunarse frente a un virus que causa cada año el 10-12 % de las bajas laborales".
De hecho, según los últimos datos del GRIPÓMETRO, que ha alcanzado ya su quinta semana de resultados sobre la cobertura vacunal frente a la gripe a nivel nacional, casi un tercio de la población española mayor de 65 años se ha vacunado contra la gripe estacional, concretamente el 29,3%. De ellos, el 33,4% son hombres y el 24,7% mujeres. En opinión del doctor Cisterna, "es un porcentaje todavía muy bajo y lejano al 75% que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Consejo de Europa de vacunación para este grupo de población". Asimismo, recuerda que todas las personas están riesgo de contraer y transmitir la gripe, y es que cada infectado contagia a una o dos personas.
-No bajar la guardia
"La gripe genera más consultas médicas en la población activa que en las personas mayores", señala el coordinador del GEG. Así, se estima que estos pacientes precisan, como mínimo, de 2 a 5 días de incapacidad transitoria, lo que conlleva a su vez a un incremento notable de bajas laborales.
Además, puesto que la mitad de las personas con gripe no muestra ningún síntoma clásico del virus, pero pueden infectarla durante los cinco o días posteriores, la enfermedad se disemina con rapidez en escuelas, lugares de trabajo, entre otros espacios compartidos. Por estos motivos, el GEG recomienda que las personas sanas no bajen la guardia y opten por la vacunación.
A este respecto, el doctor Ramón Cisterna insiste en que en esta población la vacunación antigripal puede prevenir hasta en un 90% los casos de la enfermedad. "Entre los adultos sanos, la vacuna ha demostrado ser muy efectiva (70-90%) en el descenso de la morbilidad. Por tanto, podemos afirmar que representa unos beneficios sustanciales tanto en términos de salud como económicos", comenta este experto.
Por otro lado, además de las ventajas que obtiene la propia persona vacunada, los expertos subrayan el beneficio que supone también para las personas con las que se convive, máxime si se trata de niños, mayores o con enfermedades crónicas. "Al vacunarnos no sólo nos protegemos nosotros frente al virus, sino que rompemos la barrera de transmisión del mismo y protegemos a las personas que nos rodean", explica el doctor Cisterna a la vez que señala que "de no vacunarse, cualquiera puede convertirse en potencial transmisor del virus sin ni siquiera ser conscientes del contagio", concluye.

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