Revista Ciencia

El genetista Craig Venter crea por primera vez "vida sintética"

Por Marathon
Craig Venter y su equipo han construido el genoma de una bacteria a partir de cero y que fue después incorporado a una célula para crear lo que ellos llaman la primera forma de vida sintética del mundo.
El genetista y empresario Craig Venter habla de su descubrimiento
Los científicos han creado la primera forma de vida sintética del mundo en un experimento histórico que allana el camino para los organismos de diseño que se construyen y que no evolucionaron.
La controvertida hazaña ha ocupado a 20 científicos durante más de 10 años a un costo estimado de 40 millones de dólares, y ha sido descrita por un investigador como "un momento decisivo en la biología".
Craig Venter, pionero genetista de Estados Unidos declaró tras el experimento, que este logro anuncia el amanecer de una nueva era en la que se haga nueva vida en beneficio de la humanidad, empezando por las bacterias que metabolizan biocombustibles, las que absorban dióxido de carbono de la atmósfera e incluso que puedan fabricar vacunas.
Sin embargo los críticos, incluyendo algunos grupos religiosos, condenaron el trabajo, una organización advirtió que estos organismos artificiales pueden escapar a la naturaleza y provocar estragos en el medio ambiente o tal vez puedan conviertirse en armas biológicas. Otros dijeron que Venter estaba jugando a ser Dios.
El nuevo organismo se basa en una bacteria existente que provoca mastitis en cabras, pero en su núcleo está constituido por un genoma enteramente sintético construido a partir de productos químicos de laboratorio.
El organismo unicelular tiene cuatro "marcas de agua", escritas en su ADN para identificarlo como sintético y ayudar a marcar a sus descendendientes para que su creador pueda reconocerlos, en caso de que algo vaya mal.
"Estuvimos extasiados cuando las células arrancaron con todas las marcas de agua en su lugar", explicó el Dr. Venter. "Es una especie que vive ahora, y es parte del inventario de la vida de nuestro planeta."
El equipo del Dr. Venter elaboró un nuevo código basado en las cuatro letras del código genético, G, T, C y A, que les permitió aprovechar todo el alfabeto, así como los números y signos de puntuacion para escribir las marcas de agua. Cualquier persona que descifre el código está invitado a enviar un e-mail a una dirección escrita en el ADN.
La investigación se publica hoy en línea en la revista Science.
"Este es un paso importante, tanto científica como filosóficamente," declaró el Dr. Venter a la revista. "Sin duda ha cambiado mi punto de vista sobre las definiciones de vida y cómo funciona la vida."
El equipo ahora planea utilizar el organismo sintético para trabajar con un número mínimo de genes necesarios para que exista vida. A partir de esto, podrían fabricarse nuevos microorganismos y después echar un cerrojo sobre los genes adicionales para producir sustancias químicas útiles, descomponer contaminantes, o producir proteínas para su uso en vacunas.
Julian Savulescu, Profesor de ética práctica en la Universidad de Oxford, declaró al respecto: "Venter está abriendo la puerta más profunda en la historia de la humanidad, lo que le podría potencialmente permitir espiar su destino. Venter está meramente copiando vida artificial ... o modificándola radicalmente por ingeniería genética. Venter va hacia el papel de un dios: la creación de vida artificial que nunca podría haber existido de forma natural."
Se trata de "un momento decisivo en la historia de la biología y la biotecnología", afirmó Marcos Bedau, filósofo del Reed College en Portland, Oregón, declaró a Science.
El Dr. Venter se convirtió en una figura controvertida en la década de 1990 cuando se enfrentó a su exempresa, Celera Genomics, en un esfuerzo de financiación pública para secuenciar el genoma humano: el Proyecto Genoma Humano. Venter ya había solicitado patentes sobre más de 300 genes, aumentando las preocupaciones de que la empresa pueda reclamar derechos de autor sobre los elementos básicos de la vida.
Fuente original
Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!

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LOS COMENTARIOS (1)

Por  Horacio Castro
publicado el 24 mayo a las 02:07
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El ser humano no crea, pero tiene capacidad- cuyos límites desconocemos- para combinar formas (o ideas). Platón y Aristóteles permanecen ‘actuales’. En el siglo XX un existencialista religioso- Karl Jaspers- observando la evidente sucesión sin solución de continuidad de conflictos morales y de paradigmas, da a considerar como consecuente esencia del hombre las “éticas eternas”. Su cumplimiento nos permite utilizar los medios temporales para lograr fines buenos.