Revista Cultura y Ocio

El genocidio desde un punto de vista histórico (II)

Publicado el 10 mayo 2016 por Debarbasyboinas @DeBarbasYBoinas

El rango de genocidio en general presenta diferentes procesos, pero estará muy marcado en el ámbito colonial, de ahí que muchos estudiosos esparcen los gérmenes del genocidio más allá del siglo XX, incluso en el año 1492 con la colonización española en América. Otros ejemplos pueden ser el caso de Tasmania (donde se produjo el exterminio de una población completa indígena) o ya en el continente africano, el acometido por el Imperio Alemán en los inicios del siglo XX contra las poblaciones de los hereros y los namaquas de Namibia. Aquí, además de la idea de homogeneización, está presente también la idea de superioridad racial que avala la teoría colonial de superioridad europea sobre los indígenas.

Y en el caso del genocidio armenio: a pesar de existir debates al respecto, hoy en día existe un consenso generalizado a la hora de afirmar que en el siglo XX, la primera experiencia genocida considerada como tal se produce hacia el año 1915, en el contexto de la I Guerra Mundial, aproximadamente, contra la población armenia.

De hecho, el propio Lemkin veía el genocidio armenio como un antecedente inmediato del posterior genocidio nazi. El pueblo armenio fue uno de los pueblos que confluía en el “crisol de identidades” llamado Imperio Otomano. Estaba situado aproximadamente en el entorno de la península de Anatolia, aunque su marco no coincidía exactamente con las fronteras del imperio, sino que iba más allá. En el curso de la I Guerra Mundial se lleva a cabo un proceso de deportación de toda esta población hacia las penínsulas interiores: zonas de Siria, Mesopotamia,… en condiciones muy duras, con medidas de confinamiento.

Se calcula que alrededor de un millón de armenios fueron asesinados. Si la población aproximada armenia antes de 1914 se estimaba en 2 millones; tras este genocidio, se reduciría a la mitad, aproximadamente. Tanto es así que después de estos crímenes nunca volvería a existir una colectividad armenia en Anatolia. Una autora cuenta que las deportaciones se realizaron a partir de telegramas gubernamentales. Además de las deportaciones, muchos murieron por congelación, golpes, violencia,…

El imperio alemán se alinea con las potencias centrales. En esos momentos se considera que los armenios apoyaban a aquellos que iban en contra de los otomanos, como Rusia, de ahí que los gobernantes otomanos decidan adoptar esta política de exterminio. En este caso no pasó desapercibido este aniquilamiento, ya que tuvo una gran repercusión. Respecto a este suceso, llaman la atención diversos puntos: Que en el medio de un contexto de guerra veamos una práctica como esta, con idea de eliminar a un grupo determinado, un colectivo que además, es población no combatiente. Se inicia todo el proceso mediante telegramas gubernativos. Esto es una prueba de que estaba controlado por un imperio moderno como era el Imperio Otomano.

La metodología que se aplica no es una violencia legal, sino paralegal, ya que en realidad lo que hacen es exponer a los armenios a la cólera de los vecinos, la brutalidad de los gendarmes, las bandas de turcos,… A pesar de que la violencia la lleva a cabo el gobierno, en el fondo la población colabora activa o pasivamente. Esto tiene impacto por estar en un contexto de guerra, por ser católicos,… y evidentemente, por la idea y principios morales de humanidad.

Las potencias aliadas se pronunciarán conjuntamente en 1920, condenando lo que ellos llamaron “los crímenes contra la humanidad” (primera alusión a este concepto en toda la historia) por parte de las autoridades del Imperio Otomano en la Península de Anatolia contra los armenios. Independientemente del resultado de la guerra, las potencias se comprometieron a juzgar a los responsables de esta matanza. Añadiendo a esto, además de que se formula por primera vez, aunque de manera vaga, la expresión “crímenes contra la humanidad”, aparece también la alusión a un juicio.

Cuando termina la guerra, el Comité de Unión y Progreso (CUP), es decir, el grupo dirigente del Imperio Otomano, la dirección intelectual durante la I Guerra Mundial y el máximo responsable de la deportación armenia, sufrirán las consecuencias de una revolución interior, cayendo y yendo á juicio en la naciente República de Turquía. Por medio del Tratado de Sevrès (1920) se estipulaba la realización de un juicio para investigar los crímenes y a los culpables, de forma que se convierte teóricamente en el antecedente de los futuros Juicios de Núremberg.

Estos procedimientos, que se llamarán Juicios de Malta, por ser esta ciudad donde se iban a trasladar los líderes principales, nunca se llegarán a celebrar en la práctica. Lo que ocurrió en verdad fue un traspaso de prisioneros con la naciente Turquía de Mustafá Kemal (más conocido como Ataturk), de manera que se redujo la controversia y se dejó olvidado el asunto en esos momentos. El genocidio armenio destaca por el tipo de prácticas empleadas, pero también por el hecho de aparecer con él a idea de llevar a cabo un juicio.

Junto con esto, este hecho pone de relevo la variabilidad de las circunstancias y objetivos en la política internacional. Vemos como la República de Turquía cambia de parecer en un momento dado mediante un intercambio de prisioneros. Es más, el gobierno turco aún niega hoy en día el exterminio armenio y también lo hacen algunas potencias occidentales ante el miedo de poner en peligro  sus relaciones con Turquía. Aún así, cada vez es más creciente el número de estados que se suman a la existencia real de este genocidio y a definirlo como tal.

Simón de Eiré


El genocidio desde un punto de vista histórico (II)

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