Revista Economía

El gordo de navidad

Por José José Avilés Vega @joseavilesvega

Todos pensaremos en dar un viaje, comprar una casa (o pagar la hipoteca), pagar los estudios de los hijos o tapar algún agujero,  pero la primera pregunta que se harán los afortunados que ganen el premio de la Lotería de Navidad el próximo 22 de diciembre será: ¿y ahora en qué lo gasto? El primer paso que han de dar los afortunados ganadores antes de empezar a invertir, es que hagan un profundo análisis de su situación patrimonial y sus necesidades de liquidez a corto, medio y largo plazo, así como del riesgo que desean asumir (cuánto dinero están dispuestos a perder con el objetivo de lograr una mayor rentabilidad).

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Si tras ese examen patrimonial, consideran que su perfil de riesgo es equilibrado (ni muy conservador ni muy agresivo), la propuesta de inversión podría ser la siguiente (tras pagar el 20% del premio a Hacienda):

- Destinar un 10% del dinero que se vaya a invertir a fondepósitos (fondos de inversión que dedican su patrimonio a la compra de depósitos). La capacidad de negociación de un inversor institucional −entre los que se encuentran los fondos de inversión− con las entidades financieras que cuentan con depósitos, es mayor a la de un inversor minorista. Por tanto, a través de este tipo de fondos de inversión, podemos aprovecharnos de depósitos con una mayor rentabilidad y hacer que nuestra liquidez sea remunerada de forma aceptable.

- Destinar un 10% a la inversión en deuda pública periférica (principalmente española e italiana) y cuyo vencimiento sea inferior a cinco años.

- Destinar un 40% a fondos mixtos de renta fija y variable que cuenten con una gestión activa y flexible. Dentro de esta categoría incluimos fondos que invierten tanto en bonos como en acciones, así como en fondos de bonos convertibles. Un bono convertible es un bono corporativo −es decir, emitido por una empresa privada− que incluye una opción de conversión en acción en algún momento futuro y en condiciones, normalmente, prefijadas en el momento de la emisión. Es un activo que, por tanto, resulta de la combinación de tres variables: el bono, la renta variable y la opción de compra de renta variable.

- El resto del dinero (en torno a un 40% del mismo) en fondos de renta variable. Principalmente, fondos globales de gestión dinámica (en los que el gestor diversifica entre los principales mercados bursátiles del mundo en función de sus perspectivas macroeconómicas), así como a través de fondos de renta variable norteamericana (con riesgo de divisa cubierta), renta variable española y del resto de Europa, renta variable japonesa (también con divisa cubierta) y renta variable sectorial (sobre todo sector consumo, sector tecnológico o sector industrial).

La inversión en este tipo de fondos para este perfil de riesgo equilibrado es la más aceptable, pues cuentan con una serie de ventajas frente a otras alternativas de ahorro e inversión, como son:

a) Su elevada liquidez.
b) Su alcance y diversificación. Nos permiten invertir en cualquier activo y mercado financiero con poco dinero y hacerlo, además, de una manera diversificada.
c) Su fiscalidad atractiva. Se permite el traspaso entre fondos de inversión sin tener que aflorar plusvalías o minusvalías.
d) Su seguridad, ya que los propietarios de un fondo de inversión son los partícipes…, nunca la gestora o la entidad depositaria.

Y como siempre, recurrir a los servicios de un profesional cualificado.


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