El gran cuaderno (2013)

En el último año de la II Guerra Mundial, las grandes ciudades están a merced de constantes bombardeos y del hambre. Una madre desesperada lleva a sus hijos gemelos al campo, a casa de una abuela cruel y alcohólica de la que se rumorea que envenenó a su marido hace años. Los dos hermanos, que habían tenido una vida fácil, deben aprender a vivir solos en un entorno rural desconocido. Se dan cuenta de que solo sobrevivirán en el absurdo e inhumano mundo de los adultos si aprenden a no tener sentimientos. Solo si aprenden a liberarse del hambre y del dolor conseguirán enfrentarse a la dura vida que les espera. Fortalecen su espíritu leyendo la Biblia y aprendiendo idiomas. Cada día endurecen su cuerpo y su mente. Se insensibilizan ante los insultos y aprenden a ignorar las emociones y el amor.
Calificación: 7,004.
Tráiler de la Película
Ficha:
Título Original: A nagy füzet.
Director: János Szász.
Guionistas: János Szász, András Szekér.
Intérpretes: Piroska Molnár, Ulrich Thomsen, Ulrich Matthes, Péter Andorai, András Gyémánt, László Gyémánt, Gyöngyvér Bognár, András Réthelyi, Orsolya Tóth, János Derzsi, Miklós Székely B., Krisztián Kovács, Ákos Köszegi, Gyula Kovács, Diána Kiss, Enikö Börcsök, Sabin Tambrea, Lajos Kovács.
Productores: Pál Sándor, Sándor Söth.
Fotografía: Christian Berger.
Música: Johan Johanson.
Montaje: Szilvia Ruszev.
Diseño de Producción:
Diseño de Vestuario: János Breckl.
Países: Hungría, Alemania, Austria, Francia.
Lugares de Rodaje:
Fechas de Rodaje:
Año: 2013.
Duración: 109 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Bélica, Drama.
Estreno: 30-04-2014.
Distribuidora: Golem Distribución, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.

Crítica:
03-05-2014 – JOSU EGUREN
No mires
"El gran cuaderno" se anuncia como una académica adaptación de la primera entrega de la trilogía de la novelista húngara Agota Kristof ('Claus y Lucas', 1986), aunque esta aclaración deviene redundante a medida que avanzamos sobre las páginas de una ópera prima que no hace sino entrever sus costuras literarias con la entrega de fragmentos episódicos en los que János Szász ilustra los rituales de aprendizaje de dos hermanos gemelos que crecen al borde de uno de los últimos escenarios del Holocausto nazi. La idea motora de la novela de Kristof se diluye en elipsis que balancean lo que Szász se atreve a mostrar en primer plano, aunque el problema no reside en su decisión de renunciar a la exhibición de la barbarie (el humo de las chimeneas y las animaciones poéticas sirven como eficaz sustitutivo de las fotografías que se recrean en la miseria de los cadáveres amontonados junto a los crematorios de Birkenau), sino en la desconexión del fuera de campo con el tacto de una atmósfera acomplejada por la posibilidad de herir la sensibilidad del público.
Dos voces en off guían al espectador a través de los años en los que Claus y Lucas se autoinstruyen en los métodos de una pedagogía del horror que espeja las prácticas de los campos de exterminio. Los castigos y la disciplina física como formas corruptas de un ascetismo macabro que les insensibiliza frente al dolor y las torturas psicológicas, al tiempo que nos empuja a asimilar una interpretación atea y agnóstica de la idea de justicia. Szász filma los horrores de la guerra desde una equidistancia deshumanizadora que deja de ser tal una vez que instrumentaliza a uno de sus personajes para afirmarse en ese supuesto punto intermedio, banalizando el rigor de la puesta en escena con comentarios audiovisuales que cometen el pecado de usurpar el juicio del espectador traicionando los supuestos elementales de la obra de Kristof.
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