Solo 14 días han sido necesarios para que las plantas de tomate florezcan, eso sí, de forma incipiente. En estos catorce días, las plantas ya han echado raíces en tierra, han crecido abandonando el cepellón original y han crecido nuevos brotes de hojas, el crecimiento de las plantas es evidente en el caso de los tomates y menos visible en el caso de los pimientos y las berenjenas, pero todo llegará, pues estas plantas son más tardías de crecimiento.
En estos días para conseguir este crecimiento solo ha bastado un riego cada 72 horas planta a planta y la inestimable colaboración del clima, que sin duda ha favorecido la aparición temprana de las flores, esperemos que en estos días no empeore demasiado y desluzca el brillante crecimiento de nuestro huerto.
Tal y como podemos comprobar por el avance mostrado en nuestro huerto artesanal, no ha sido necesario un gran conocimiento en horticultura para que la naturaleza haga su trabajo, solo agua y sol han sido suficientes, aderezados con un terreno labrado correctamente, aunque como ya comentaba en el artículo anterior, este terreno no sea especialmente agradable para nuestras plantas.
Como se puede apreciar en una de las fotografías, ya hay plantas que tienen varios bastones de flores, por lo que en unos días y con la ayuda del clima y las abejas que ya comienzan a aparecer, tengamos un principio de polinización y por tanto comenzaremos a ver la formación de los primeros frutos, pero esto, ya lo mostraremos en nuestro siguiente artículo.
Catorce días han sido suficientes para que aparezcan las primeras flores.
Aunque con un crecimiento más lento, la berenjena ya está asentada perfectamente en el terreno.
En esta fotografia ya podemos ver que además de la flor, en la planta ya han brotado bastones que en unos días se convertirán en flores.
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