Revista Cultura y Ocio

El huevo de oro (Donna Leon)

Publicado el 09 noviembre 2015 por Iñigo De Jaime

El huevo de oro (Donna Leon)Venecia es una ciudad que te deja con la boca tontamente abierta. Pura belleza, que en cada rincón de sus canales (en la foto uno de sus símbolos representativos, el león de San Marcos), no deja de asombrarte por lo que la mano del hombre ha sido y es capaz de hacer.

Ha habido, a lo largo de los años, numerosos escritores que han sabido reflejar esa belleza en cada párrafo de sus novelas. Por ese motivo, y en esta ocasión, aunque haya titulado el post solamente con el primero de ellos, quería traeros no una sino dos recomendaciones, eso sí, bien diferentes entre sí, pero que tienen el nexo común de incluir a la ciudad de los canales como escenario principal de sus historias:

El huevo de oro:

El huevo de oro (Donna Leon)
Donna Leon (nacida en Nueva Jersey, reside en Venecia desde 1981) incluye bajo este extrañísimo título (referencia simbólica a la fábula "matar a la gallina de los huevos de oro") una historia que se desarrolla en Venecia, y protagonizada por el comisario Guido Brunetti (previa hay una serie de novelas de la autora con este protagonista). Un hombre sordo y deficiente que trabaja en una tintorería de su vecindario aparece muerto por una sobredosis de pastillas. Lo que comienza como una simple pesquisa para satisfacer su curiosidad (y la falta de precedentes de suicidas con minusvalías psíquicas en su ciudad), pronto comienza a complicarse cada vez más, en la que se vuelca toda la comisaría cuando descubren que el fallecido no figura en ningún registro, y que todo aquel con el que hablan, parece que tiene algo que ocultar.

La investigación anterior se alternará con un encargo del jefe de Brunetti, para que intervenga en un caso relacionado con el socio de la futura nuera del alcalde que podría hacer peligrar su relección. Un caso de corrupción que refleja la cruda realidad italiana, con problemas de crisis, corrupción e inmigración... "una simbiosis creciente entre la Mafia y la clase política de dicho país"

Una trama dura que saca a relucir lo peor del ser humano y los problemas cotidianos de su protagonista, trasladándonos a la atmósfera veneciana, y deleitándonos con las jugosas descripciones culinarias de la ciudad de los canales e introduciéndonos en el día a día de Venecia y sus rincones más famosos (Donna Leon descubre además rincones ocultos al turista: plazas, mercados, heladerías...) con la misma efectividad de todas sus novelas.

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El huevo de oro (Donna Leon)
Título conocidísimo de la novela corta de Thomas Mann terminada en 1912. Como resumen, muy resumen, de su argumento comentar que la novela trata la estancia en Venecia del escritor Gustav von Aschenbach, durante la cual, éste se enamora de un muchacho llamado Tadzio, y contrae una enfermedad que acaba con su vida.

Alguno diréis que acabo de destriparos el final, pero con ese título ¿esperabais otra cosa?... de todos modos, lo fundamental de la novela no es la acción (para ello la primera novela que os recomendaba) sino la magistral descripción o retrato que el autor realiza con una prosa perfecta de la languidez excesiva que caracterizaba a la burguesía de comienzos del siglo pasado, a través del viaje o búsqueda personal de su protagonista.

El escritor (algo de autobiográfico hay en Gustav) es un hombre maduro, serio, riguroso y reflexivo que emprende un viaje en búsqueda de la inspiración agotada, a través de sus dudas, de una crisis de identidad sexual (homosexualidad latente ya que el amor por Tadzio es platónico), mostrando sus deseos ocultos, su desconcierto ante la pérdida de la juventud, y en resumen, sus sentimientos.

Del mismo modo, Mann retrata como escenario de ese viaje interior, y mediante un juego de espejos, a Venecia: una ciudad de carnaval, sensualidad, color y luz; y al mismo tiempo, una ciudad que se ve invadida por el mal olor, la humedad, un aire de decadencia que se observa en el deterioro de sus edificios, y, como broche de la historia, la llegada del cólera.

Además de escribir rozando la perfección, Thomas Mann también utiliza una prosa muy simbólica (quizá excesivamente, en mi humilde opinión): la novela está llena de referencias a la mitología y a la filosofía. Como ejemplo el joven Tadzio, comparado con Eros y también con Narciso, que el autor nos presenta como una belleza inocente y lejana, tentadora pero imposible, y que hace el papel simbólico de mediador entre una Venecia enferma de cólera y un ideal de perfección. Pero, aunque nos perdamos en las representaciones de tanto símbolo, la obra se convierte a lo largo de sus líneas en una parábola de la historia de Europa, en un ensayo sobre la figura del artista en la sociedad, en un doctorado sobre el sentido de la vida, en un estudio detallado sobre la lucha interior entre lo bueno y lo malo, en resumen, en un ensayo sobre la belleza... y su decadencia.

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