Llega la conclusión de una trama que se inició en Guerra de Reyes y que termina el El Imperativo Thanos. Entre ambas, se coló Reino de Reyes, rompiendo así una dinámica que comenzó con Aniquilación y que continuó con Aniquilación: Conquista, donde teníamos un argumento principal del que iban surgiendo ramificaciones. En Guerra de Reyes, la confrontación entre los Kree y los Shi’ar dieron lugar a una falla en el tejido contínuo-temporal. Al otro lado de esa falla, un universo donde la muerte había sido eliminada. Pero, lejos de convertirse en un lugar idílico, la vida se pervirtió convirtiéndose en lo que Abnett y Lanning llamaron Cancerverso. Ahora, toca no solo centrarse en la falla, sino en un personaje vuelto de entre los muertos: Thanos.
Antes de seguir, una recomendación; Si no has seguido los últimos eventos cósmicos marvelitas, todavía tienes tiempo de engancharte. En los últimos cinco años, Abnett y Lanning han revitalizado algo que estaba muerto desde los mejores tiempos de Starlin. Justamente, el nombrado guionista comenzó hace años un camino que hoy recogen el dúo de El Imperativo Thanos. Desde la creación de Thanos o Drax el Destructor, hasta El Guantelete del Infinito, han sido muchos los momentos geniales de Starlin cuando se refería al cosmos marvelita. Cierto es que su debilidad era Thanos, un personaje que pasó de un villano peligroso a todo un avatar de la muerte en el Capitán Marvel. Y, nada mejor que una miniserie con su nombre para terminar un ciclo.
Dibujado por Miguel Ángel Sepúlveda, El Imperativo Thanos nos muestra de nuevo una invasión; Esta vez el peligro no proviene de la zona negativa o la falange, sino de otra realidad, otro universo. Y el Dios Loco es la única esperanza para nuestros héroes. Sepúlveda consigue excelentes composiciones de páginas:
Se habló de la creación de unos Vengadores Cósmicos para la miniserie, algo que la imagen parecía confirmar:
La realidad de la miniserie es que Quasar, Nova y compañía no eran mas que una pieza mas de un cómic coral, en el que teníamos a Los Guardianes de la Galaxia, Thanos, Magus, Inhumanos y un extenso baile de secundarios. La idea central es que el lector entienda la importancia de Thanos, a la vez que nos muestra la acción desde distintos puntos de vista, de forma que esa sensación de movimiento sea lo mas real posible. Iremos saltando de escenario en escenario, para llegar a un final inesperado. La idea es tener a todo aquello relacionado con el cosmos marvelita haciendo su aparición en la miniserie. No es de extrañar la presencia de Galactus y otras entidades cósmicas entrando en la batalla final por detener la nueva invasión.
Abnett y Lanning meten el acelerador desde el inicio, intentando ganar interés por medio de narrar muchos escenarios al mismo tiempo, eliminando esa casi “modorra” que se llamó Reino de Reyes. Apenas desarrollan ese nuevo universo mas allá de lo necesario para explicar la historia, pero no por eso se pierde el interés al leer la miniserie. Parece claro que ese cancerverso toma mucho de universos paralelos como el de Marvel Zombies, donde la realidad ha girado hasta convertirse en una imagen distorsionada de la que conocemos.
Queda muy claro que no se cierra el cosmos marvelita, pues parece tener cuerda para rato. Depende de los planes de los guionistas y la editorial, pero el momento es muy interesante y entretenido.