Revista Cultura y Ocio

El lazo rojo, de Carla Miller, Isabelle Metzen y Kathleen Weise

Por Eltiramilla

El lazo rojo, de Carla Miller, Isabelle Metzen y Kathleen WeiseCathy, una chica capaz de hablar con las sombras, consigue un trabajo de criada en una mansión junto a la ciénaga. El hombre para el que trabaja es un joven huraño y misterioso que parece incapaz de amar a nadie pero que pronto empieza a sentir fascinación por su nueva empleada. Entre ambos surgirá un amor prohibido que intentará superar los peligros y amenazas que se esconden entre las sombras de la mansión.

Este libro es una preciosidad y también todo un ejemplo de cómo hacer bien las cosas pequeñas. Porque es pequeño. Y barato. Y bien hecho, y no sé si he dicho ya que es una preciosidad, y no se me ocurre ninguna razón por la cual no debería recomendaros que le dierais una oportunidad (oh, ha rimado), pero supongo que tengo que convenceros, ¿no? Pues vamos. El punto fuerte de El lazo rojo es que está contado mediante una combinación de narrativa convencional y cómic. La parte escrita se dedica a hacer avanzar la trama y a desarrollar al personaje protagonista, mientras que el cómic se encarga de subrayar los momentos más importantes. Esta división de tareas es una muy buena idea, sobre todo si se tiene en cuenta la diferencia que hay entre ambos medios: la parte escrita, aunque buena, palidece en comparación con la impresionante calidad del cómic. Se nota que la trama se ha planeado teniendo en cuenta quién iba a encargarse de qué momentos, y menos mal que se ha hecho así, porque no haber prestado atención a la estructura del relato a la hora de establecer la división de tareas habría sido desastroso. Normalmente este tipo de experimentos-mezcla-de-medios-de-expresión no me gustan porque acaban adoleciendo de falta de solidez cuando se analizan en su conjunto, como un maniquí vestido por dos personas diferentes. El lazo rojo, en cambio, consigue presentarse como un todo bien hilvanado, no sé si por virtud de su escasa extensión o por el buen hacer general de todas las personas involucradas en el proyecto. Y ahora que ya he profundizado en lo sólido y bonito que es el todo, vamos a por las partes. La prosa de Kathleen Weise es buena y se permite alguna que otra floritura, aun cuando es consciente de que su labor es la de servir como pilar al cómic. Porque éste es… bueno, el cómic es brillante. Carla Miller e Isabelle Metzen mezclan un diseño artístico que recuerda a Tim Burton con el estupendo trazo y uso del claroscuro de Craig Thompson y una magistral composición de página y viñeta como no había visto desde Tite Kubo. Quizá haya un par de problemas con la colocación de los globos de texto, pero en un cuento tan pequeño y lírico como éste la verdad es que poco importa: es bri-llan-te. Sí, el material base es lo suficientemente bueno como para aguantar el tipo incluso si los responsables de publicar fueran Ediciones Pepe. Pero resulta que la edición corre a cargo de SM. Y la edición, maldita sea, es magnífica. Me falta espacio para halagos, así que voy a hacer esto breve e indoloro: cada vez que alguien compara la labor editorial de SM con la de cualquier otra firma de literatura juvenil actual, el Niño Jesús se pone a llorar.

Yo es que ya no sé qué más deciros para convenceros, así que me voy a repetir: este libro es bueno, es bonito, es barato, es original y está bien hecho. Es como uno de esos collares de perlas que se nota que no son bisutería. Es una pequeña nota de color en un mundo blanco, negro y gris. Es El lazo rojo, y es una buena novelita. Leedla.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog