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El lenguaje unificado de la ciencia según el Círculo de Viena

Por Garatxa @garatxa
El Círculo de Viena profesó una filosofía neopositivista (o cientificista) según la cual lo único importante, verdadero y objetivo es la ciencia (todo lo demás, la moral, el arte, etc., es declarado secundario y meramente subjetivo). Por esta razón se ocupó principalmente de elaborar una filosofía de la ciencia (discutida posteriormente por autores de la segunda mitad del siglo XX como Popper o Kuhn).
Su propuesta general es un “empirismo lógico”. La vertiente empirista implica que la base del conocimiento está en la observación de los puros hechos lograda por la experiencia sensible. La vertiente lógica significa que la filosofía de la ciencia consiste, principalmente, en realizar un análisis lógico del lenguaje científico (el lenguaje que se refiere a los hechos objetivos del mundo, a la “realidad”).
El Círculo de Viena comenzaba constatando que el campo científico estaba formado por conocimientos dispersos, aislados entre sí, separados unos de otros. Pero, según sostenían, la ciencia tiene que formar un único sistema. Por eso este grupo se embarcó en el proyecto de unificar la ciencia, de lograr una “ciencia unificada”. Ese propósito podía conseguirse por varias vías: por una parte mostrando que solo hay un método legítimo en la ciencia (el método experimental, hipotético y deductivo); por otra parte buscaron para la ciencia un presunto “lenguaje unificado”. ¿Cuál es, según el Círculo de Viena, el lenguaje único de la ciencia? El llamado “lenguaje fisicalista”: un lenguaje directamente referido a hechos observables de carácter físico, externo y cuantificable. La base de esta propuesta se encuentra en afirmar una tesis “fisicalista”: según ella, la realidad primordial y fundamental es la realidad física (y por eso la ciencia que llamamos “Física” es la ciencia principal). Según esta propuesta, por lo tanto, ciencias como la biología o el conjunto de las ciencias sociales tendrían que ser “traducidas” al lenguaje de la física (y así todas las ciencias serían “una sola”). Pero poco a poco fueron apareciendo serios obstáculos y dificultades a este intento unificador y reduccionista. Así, el proyecto de unificar las ciencias nunca se ha podido llevar a cabo. Por lo tanto, como conclusión, puede decirse que el proyecto que inicialmente planteó el Círculo de Viena de una “ciencia unificada” ha sido un fracaso: hoy se reconoce que cada ciencia tiene su propio campo temático, sus propios recursos metodológicos y, por lo tanto, un lenguaje especial y peculiar.

El lenguaje unificado de la ciencia según el Círculo de Viena

El círculo de Viena



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