El marciano

Hace seis días, el astronauta Mark Watney se convirtió en una de las primeras personas en caminar por Marte. Ahora, está seguro de que va a ser la primera persona en morir allí. Después de que una tormenta de polvo casi acabase con él y obligue a su tripulación a evacuar dándolo por muerto, Mark se encuentra atrapado y completamente solo, sin manera de enviar una señal a la tierra de que está vivo, y aunque pudiera conseguir comunicarse, sus suministros se acabarían mucho antes de que el rescate llegase.

Impresión:

(Perdonad que no use una vaquita como siempre, pero es que no he encontrado ninguna así, nerviosa, y es la sensación predominante durante la lectura)

Empecé a ver este libro por varios blogs a los que sigo antes de todo el boom y desde aquella estaba en mi lista de pendientes pero… ya se sabe, le das prioridad a libros que ya tenías pendientes anteriormente, se te cuelan otros nuevos, etc. Aunque en el fondo le tenía muchas ganas a esta novela de Andy Weir, no me he “obligado” a leerlo hasta que unos amigos propusieron verla dentro de unos días y rara vez prefiero ver la adaptación antes que leer el libro. Mucho menos si ya le tenía ganas de por sí.

Leí casi la mitad del tirón. Recuerdo que en un mini momento de descanso me paré a pensar si realmente me estaba gustando o sólo era un enganchamiento por saber lo que iba a pasar a continuación. Quizá iba con muchas expectativas (gran error, aunque ha sido inconsciente) y en el fondo y creyendo ser objetiva no me parecía para tanto.

Bueno, no es la novela del siglo pero sí que merece mucho la pena. Y en la segunda mitad ya se disiparon todas mis dudas: es una gran historia. No os podéis imaginar mi estado y mi cara leyendo los últimos capítulos. A lo largo del libro se me ocurrieron varios finales y no sabía cuál de todos iba a ser. O si sería otro que no se me hubiese ocurrido. Es un detalle el cual valoro en una historia y también le hace ganar puntos. No suelo teorizar durante una lectura, entonces pensaréis que es normal que me sorprenda pero son dos cosas distintas. No teorizo pero hay cosas que se ven venir de lejos o que aunque no lo hayas pensando tampoco te sorprende. El final de «El marciano» es uno de los que había pasado por mi mente pero aun así me sorprendió. Me resulta difícil explicarlo.

Hay un claro protagonista absoluto: Mark Watney. Coincido con todos a los que os he leído: me ha caído muy bien. Al principio lo admiraba mucho por toda su entereza y fuerza de voluntad, aunque si se piensa más fríamente te das cuenta de que es un astronauta, no un “mindundi” cualquiera. Es decir, son personas seleccionadas, pasan muchas pruebas psicológicas y duros entrenamientos. Están preparados. No dejan de ser humanos y podría resultar imprevisible la actitud ante una situación tan límite pero vamos… que no me extrañó esa calma, fuerza de voluntad y aceptación de que podría pasar lo peor.

(Por cierto, cuando ves al actor que va a interpretar a un personaje suele ser difícil no ver su cara cuando lees la historia. Por eso me resultó curioso que en ningún momento me haya imaginado a Matt Damon. De hecho me imaginé a alguien más del estilo de Sam Rockwell (éste ya tiene «Moon» así que mejor no xD), pero tengo curiosidad de ver a Damon en el papel. No he querido buscar quiénes son el resto.)

El resto de personajes, aunque importantes para la trama, son muy secundarios. Me gustó que hubiese una evolución en un personaje todavía más secundario como es Mindy Park, además me pareció muy maja.

A los entusiasmados de los cálculos, la física y la química, les pondrá “contentos”. Al resto no creo que se les haga pesado ni complicado de seguir/entender. Os lo digo yo, que a pesar de que para varias de mis profesiones frustradas iba a tener esto por un tubo, nunca me he llevado del todo bien con estas materias y aborrecía un poquitín las clases. Y en el libro me cansó un poco porque me acordé precisamente del colegio pero eso es tontería mía, por lo general no pasa. O al menos las reseñas que he leído no lo mencionaban. Y tampoco es que Weir lo haya escrito de forma muy técnica, para nada.

También nos enseña algo que ya sabía pero nunca está de más refrescar: la importancia del sentido del humor en los malos momentos, tener paciencia con los problemas e intentar resolverlos uno por uno para aumentar las probabilidades de éxito.

Puntuación: 7/10

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