Revista 100% Verde

El Mediterráneo, un mar de plástico

Por Karlosv9

Las aguas del mar mediterráneo son las que contienen mayor densidad de plástico. Diversos estudios y análisis realizados por expertos desde los años 80, revelaron que el plástico representaba entre el 70% y el 80% de los residuos recolectados en el mar. Y al hablar de plástico no sólo nos referimos a las bolsas y botellas y otros objetos fabricados con este material, si no a los micro plásticos y diminutas partículas que convierten a este a este tipo de contaminación en algo extremamente peligroso.

Las aguas del mediterráneos con la mayor concentración de plástico del mundo

El plástico irrumpe en la naturaleza

Durante los años 70, algunos científicos habían observado la presencia de micro plásticos en la superficie marina, pero fue a partir de los 90 cuando ayudados por técnicas mejoradas los expertos revelaron informaciones concernientes a la acumulación de micro partículas en las zonas de convergencia o giros oceánicos.  Hasta hace muy poco tiempo no se sabía casi nada acerca de la acumulación de residuos en dichos giros. A principios de 2009 varios grupos de expertos emprendieron viajes a distintas  partes de los giros del Pacífico Norte y del Atlántico para recoger información y divulgar el problema. Estas corrientes siempre han transportado y acumulado residuos flotantes generados por el hombre, pero antes de la era de los plásticos, estos residuos consistían en materiales que los micro organismos marinos podían descomponer rápidamente de forma sencilla.

Actualmente los océanos acumulan objetos que la naturaleza no puede desintegrar y pasarán varias décadas antes de que todo ese plásticos desaparezca del sistema. No se sabe la cantidad de animales que mueren cada año por causa de estos residuos plásticos, pero los investigadores aseguran que el número es muy importante. No sólo las aves son víctimas del plástico, si no que otras especies como peces, focas, ballenas, tortugas de mar, pingüinos, nutrias de mar y crustáceos han ingerido residuos plásticos.  Los residuos plásticos han sido identificados como causantes de heridas y muerte de 267 especies entre las que destacan el 86% de todas las tortugas marinas, el 44% de todas las aves marinas y el 43% de todos los mamíferos marinos. Los investigadores han encontrado animales que ingieren plástico en todos los rincones del mundo. Según el biólogo británico David Barnes, los residuos plásticos pueden causar estragos aún mayores por el hecho de contribuir a la propagación de especie invasoras.

En 2008, la Comisión Europea presentó una directiva para la vigilancia del medio marino con el fin de lograr un buen estado ecológico. De esta forma, la Comisión incluyó los residuos marinos y por consiguiente los plásticos como uno de los 11 parámetros de la calidad del medio ambiente. Así comenzó a tenerse en cuenta y ser actualidad el asunto de la contaminación de las aguas por los plásticos. Los residuos plásticos pasaron a tener la misma importancia que tenía la biodiversidad, la eutrofización  y la contaminación química. Por entonces comenzaron a aparecer los primeros trabajos que revelaban cómo se transportaban y dispersaban los micro plásticos en el agua y se averiguó que, antes de desaparecer, los plásticos pueden arrastrarse miles de kilómetros tanto en la superficie como en las profundidades del mar. El estudio de estos micro organismos es relativamente reciente y actualmente los microbiólogos investigan todo tipo de bacterias que se fijan a estos plásticos. Se conoce que ciertas de estas bacterias son patógenas y que pueden favorecer la dispersión de especies. Desde siempre estas bacterias se han dispersado por el mar pegadas a las maderas de barcos, pero con la llegada de los residuos flotantes, en especial los plásticos, se ha multiplicado el número de vectores y por consiguiente el número de posibilidades de transportarse.

A diferencia de los barcos que surcaban los mares de un puerto a otro, los plásticos van por todos lados propiciando que las bacterias que se pegan a ellos viajen a través de todo el mundo. Hay más residuos que barcos en los océanos, y estos residuos viajan por todas partes llegando a lugares nunca visitados por los barcos. 

El plástico puede llegar a modificar ecosistemas enteros.

El aumento de estos micro residuos se debe en parte a la imparable producción de plásticos, que conllevan un aumento de los gránulos que pueden acabar en el medio ambiente pero también al uso creciente de minúsculas bolitas de plástico en productos de limpieza, cosmética y productos del hogar y en detergentes para arrancar la suciedad de los barcos. Aún así, la mayor fuente de estos micro residuos son los macro residuos, los trozos más grandes de plástico que, tras ser arrojados a la basura, han sido fragmentados por el sol y por las olas.

El plástico en la cadena alimentaria humana

Muchos peces, incluso las especies más pequeñas, ingieren plástico. Estos peces suelen formar parte de la dieta de atunes, peces espada y doradas que a su vez forman parte de la dieta de las personas. Este dato es especialmente preocupante, sobre todo después de que investigadores japoneses descubrieran que los gránulos y los fragmentos de ciertos plásticos (polietileno y el polipropileno), actúan como esponjas que absorben sustancias químicas tóxicas que pueblan el mar como el policloruro de bifenilo PCB y el DDT, dos carcinógenos prohibidos desde hace tiempo en Estados Unidos y Europa). Otras sustancias como el bisphenol A y los ftalatos, conocidos perturbadores endocrinos,   son también absorbidas por los gránulos y por consiguiente pueden acabar en la cadena alimentaria humana a través del pescado. Está comprobado que más de 180 especies comen residuos plásticos y varios estudios llevados a cabo indican que las sustancias químicas absorbidas por estos plásticos también pueden liberarse en los sistemas digestivos y el los cuerpos de los animales.

El mediterráneo plastificado

El mar mediterráneo posee la mayor densidad de plásticos de todo el mundo con 250.000 millones de micro-plásticos. Al tratarse de un mar cerrado, en el momento en que un nuevo organismo logra entrar, existe un gran riesgo de que se propague por el conjunto del mar. Los expertos han descubierto que debido a la presencia de plásticos en el mar,  el transporte de ciertas especies como los foraminíferos (especies unicelulares) puede resultar favorecido.

Plástico, un idilio tóxico. Ed Tusquets

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