Revista En Femenino

El milagro del piel con piel

Por Teresa Escudero Ozores
Estoy haciendo un precioso curso de psicología perinatal coordinado por Ibone Olza e Isabel Fernández del Castillo. En él hemos reflexionado a menudo sobre el poder del contacto, y cómo el piel con piel es fundamental para la regulación tanto de la madre como del bebé, sea éste a término o prematuro. Quiero compartir con vosotros las reflexiones de una compañera del curso sobre el famoso anuncio de Johnsons... Porque a veces llamamos milagro a lo que simplemente es fisiología... porque a veces los médicos nos empeñamos en condenar a muerte a un niño que lo único que necesita es lo que necesitan todos  A SU MADRE!!!

Y aquí os copio la reflexión de mi compañera Jimena, en su web:

ESTO NO ES UN MILAGRO:
Entrando a leer la nota hay un video de cuatro minutos del testimonio de esta madre. Imperdible.Mellizos que nacieron a las 26 semanas de gestación. Le dijeron a la madre que “tenían que nacer” pero no aclara en la nota los motivos médicos.
La nota dice “uno de ellos no sobrevivió al parto”, pero está claro que no hubo parto sino operación cesárea, como ocurre con casi todos los prematuros y más aun siendo mellizos.
El médico le anuncia que su hijo varón no había sobrevivido “Jamie no lo logró, lo perdimos” con el bebé en brazos.
La madre se lo saca, lo desenvuelve, le “ordena” a su marido que se saque la ropa y se meta en la cama con ellos, “yo sabía que necesitaba calor, porque estaba frío y yo quería que esté tibio y que viviera”.
La madre sabía que ese bebé, su hijo, necesitaba su cuerpo, su calor, estar en contacto piel con piel y escuchar los latidos de su corazón, le hablaron, lloraron, le contaron que tenía una hermana, lo amaron. Y él se empezó a mover…
Tenemos que dejar de llamar “milagro” a cosas como estas, las cosas por su nombre, esto es lo obvio, lo natural, lo simple, lo coherente, lo que la naturaleza tiene previsto.Un bebé recién nacido lo único que necesita es el cuerpo de su madre, ese es el lugar donde está previsto que él sobreviva, (sea prematuro o no), eleva su temperatura, se alimenta, se nutre, allí está la protección. Ahí es donde todas sus funciones se estabilizan.
Nils Bergman, médico, neurocientífico, y ante todo observador, empático y respetoso ser, resume sus más de tres décadas de investigación con la frase “lo peor que le puede pasar a un recién nacido es ser separado del cuerpo de su madre”.
A un recién nacido, a todos los recién nacidos, prematuros y a término. TODOS.
Y tan poco observadores y arrogantes podemos ser? “se está muriendo, se está despidiendo” le dijeron a esos padres con su bebé moviéndose y respirando en el pecho de su madre. Ellos sabían que no era cierto y no se despegaron más.Palabras de la madre: “nos dimos cuenta que era porque lo habíamos sostenido y tenía el calor corporal de su madre y su padre y ese suave calor amparándolo. Eso es lo que lo trajo de vuelta y lo que le dio el tiempo que necesitaba para vivir”.Hay que observar, respetar, escuchar a las madres. Ella habla de sostén, de calor corporal (no de una maquinita que genera stress y desestabiliza como lo es la incubadora), de amparo, de tiempo… Simple, claro, obvio.Es el contacto piel con piel lo que le salvó la vida.Y hablando de piel, hay que ponerse en la piel del bebé…y no existe lugar en el mundo donde esté mejor que con su madre.
Y también hay que ponerse en la piel de esa madre, nacieron sus hijos con 6 meses de gestación, no pudo llegar a término con su embarazo, no pudo parirlos, ya hay posiblemente pérdidas considerables por esto “no logrado” y si encima le agregamos que la separan de sus hijos para meterlos en incubadoras, enchufados, imposibilitados o restringidos de contacto, teniendo que verlos a través de una vidriera y tocarlo solo con sus manos…la volvemos a privar, a frustrar, siendo espectadora y no protagonista del cuidado de sus hijos (y es la que mejor lo hace!) y esto es mala praxis, es iatrogenia, es soberbia y es biopoder negligente y que se resiste a seguir formándose y a actualizar sus conocimientos y revisar su práctica y ni hablar de su emocionalidad.
Hay que abrazarse más, aferrarse, tocar más dice el “anuncio” de Johnson’s…
Creo que más apropiado sería cerrar esta historia con un:
Obstetr@s, ginecolog@s, parter@s, enfermer@s, pediatras, quien sea que asista partos y nacimientos:
¡NO NOS SEPAREN!
Por más embarazos informados y disfrutados.
Por más partos respetados, libres y a pura hormonas de nuestros cuerpos.
Por más nacimientos dignos y en amor.
Jime.
Lunamatriz.
El subrayado es mío ; ).

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