"El millonario instantáneo"

de Mark Fisher. Barcelona: Empresa Activa, 2002. 160 p.
ISBN 978-84-9578-708-8
Un breve relato que cuenta la historia de un joven brillante que, cansado de su vida actual, decide que quiere hacerse rico y así dejar de tener problemas financieros. Pero para él no es fácil, y resuelve ir a ver a un acaudalado tío suyo, que le recomienda visitar al "Millonario Instantáneo" quién le explicará los secretos de la riqueza.
Poco a poco, el joven irá descubriendo, con cierta dosis de reticencia por su parte, una serie de principios que le ayudarán en el camino de la prosperidad: escribir las metas y recordarlas constantemente, no perder de vista la felicidad en la búsqueda de la fortuna, utilizar la concentración para obtener paz interior, encontrar el amor en cualquier cosa que se haga, y el amor por los demás... pues todo ello es la clave del éxito.
¿Qué me sugiere?
Que al igual que en otros aspectos de la vida, todo comienza por las palabras que utilizamos a diario. De manera que podemos partir de un sencillo programa de autosugestión, para poder convertir nuestras metas en un programa de vida, y que nuestro subconsciente trabaje en la consecución de esos objetivos.
Esto no sólo es aplicable al dinero, sino a cualquier otro propósito que nos propongamos alcanzar. El dinero, es un medio para alcanzar nuestras metas y debe circular libremente para poder multiplicarse, ya que obedece a la ley de la abundacía. Pero es la Libertad la mayor riqueza que tiene el hombre.
Me ha parecido interesante el capítulo en el cual, el millonario instantáneo recomienda al joven que tenga siempre cerca una rosa, sobre todo en los momentos difíciles y de duda. Pues cada problema es como una espina, el camino que te lleva a los pétalos... y lo importante es concentrarse en el corazón de la rosa.
Cómo no puedo llevar siempre conmigo una rosa de las de verdad,  he sacado una fotografía por la impresora para tener una imagen y poder trabajar en la concentración. Se trata de una rosa "casi" perfecta, pues es de papel, pero he tenido una sensación tan real que, por un momento, he creído estar oliendo su fragancia. Mi meta es la siguiente: concentrarme durante 5 minutos esta primera semana, e ir ampliando cinco minutos semanales, de manera que dentro de un mes consiga 20 minutos de concentración.  
Una cita: "Si usted quiere cambiar su vida, debe comenzar por cambiar sus pensamientos".
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