Revista Deportes

El minero que ganó un campeonato…

Publicado el 14 octubre 2010 por Marianofusco

El 13 de octubre de 2010 quedó sellado en el calendario como un día histórico ya que los 33 mineros atrapados en la mina San Esteban, situada en territorio chileno (a 45 km de Copiapó), fueron rescatados tras 69 días en los que estuvieron enterrados a 700 metros por debajo del suelo. Encabezados por el Presidente Sebastián Piñera, todo el pueblo chileno se unió en pos de un mismo objetivo: devolver a la vida a un grupo de hombres que parecían destinados a la muerte. Y dando una muestra de coraje, trabajo en equipo y solidaridad lo lograron.

¿Por qué en una página de fútbol hay una nota sobre esta hazaña? Primero y principal porque es un ejemplo de superación del hombre, de trabajo en equipo, de solidaridad, de lealtad, de actitud, un símbolo de que no todo está perdido en un Mundo que generalmente muestra aspectos más negativos que positivos. También porque cada minero tiene una singular historia y hay una que particularmente nos ocupa: Franklin Lobos, vigésimo séptimo rescatado, supo ser jugador de fútbol.

“Lobos era la figura del equipo, yo apenas comenzaba. Me acuerdo muy bien de que tenía una forma única de patear los tiros libres, lo hacía con el tobillo, rarísimo, le daba un efecto muy especial a la pelota, pero era efectivo”. El elogio salió de la boca de, nada más y nada menos, Iván Zamorano, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol chileno que compartió plantel con Lobos en la Primera División de Cobresal cuando recién empezaba su carrera.

Mortero Mágico era el apodo futbolístico que identificaba a Lobos debido a su gran efectividad en los tiros libres.  Jugaba de volante y se lo reconocía por su gran pegada. Jugó una Copa Libertadores y tuvo el honor de vestir la camiseta chilena durante la etapa clasificatoria a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 (no fue convocado para disputarlos). En 1996, con 38 años, decidió colgar los botines. Una de sus hijas describió a la perfección lo que fue su carrera como futbolista: “Antes los futbolistas no ganaban tanto como ahora. Y él no ahorró. Se compraba un vehículo cada año”.

Sin dinero y con una familia que mantener, Lobos encontró un alivio económico trabajando como conductor de camiones dentro de la mina. Aunque en realidad fue contratado para otro fin: “En Chile las empresas mineras tienen equipos de fútbol que juegan en ligas de aficionados y entonces a él lo contrataron. En los días de descanso trabajaba conduciendo un colectivo” contó su hija.

En 2006 el ex jugador de fútbol había sufrido otro accidente en un yacimiento similar: en la mina Carola, en San José, explotó un camión que mató a dos compañeros y que interrumpió la salida por varias horas. Sin dudas aquel partido no fue comparable al que, gracias a Dios y la colaboración de cientos de hombres, ganó tras 69 angustiosos días.  Lobos, junto a otros 32 compañeros, ganó el partido más importante de su vida… y ese partido valió mucho más que un campeonato…

ó…


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