El misterio de los cráteres siberianos continúa

Dos nuevos y colosales agujeros han aparecido en Siberia. Estos grandes fosos se unen a los dos anteriores descubiertos y ya estudiados por los científicos. Cada vez y con el surgimiento de nuevos hoyos, esta situación se vuelve más misteriosa para los geólogos.

Agujero localizado en Siberia.

Los cráteres nuevos se han localizado cerca del primero, a unos cientos de kilómetros. Se localizan en la península del Yamal, conocida por los lugareños como el fin del mundo, además de estar próxima a una planta de gas de Bovanenkovo.
El otro día, un diputado del gobierno regional, Mikhail Lapsui, fue a la zona para ver el agujero. "Volé en helicóptero para inspeccionar este embudo" "Tiene un diámetro de 15 metros. Hay tierra arrojada fuera, como si se hubiera producido por causa de una explosión" Y con estas confesiones llegamos a la respuesta de la formación de estos hoyos. Ya sé que antes dije que todavía era un misterio, pero en realidad el misterio es descubrir como se forma la causa de la formación de los agujeros. Cantidades enormes de metano suben a la superficie produciéndolos, y esto se debe a los veranos anormalmente cálidos que se vivieron en 2012 y 2013. De este modo, ahora sabemos que Siberia es una bomba subterránea de metano a punto de estallar; es decir, estos agujeros se pueden considerar como avisos. Un futuro posible en el caso de que esta "bomba" estallase, sería un agujero de un tamaño incomparable con otros cráteres, provocando uno de los accidentes geológicos más impresionantes de la historia de La Tierra.

Localización de la Península de Yamal.

En resumen, estos agujeros todavía son un misterio, ya que los científicos no pueden predecir su aparición, algo que tiene a los vecinos muy preocupados. Ya sabemos que Siberia es una región casi desierta, pero no hay que olvidarse de las poblaciones, de pastores sobre todo, cercanas. Estos habitantes corren el riesgo de que cualquiera de estos hoyos les aparezca debajo de su casa, provocando la caída de la casa y ocasionándoles la muerte, ya que la profundidad de algunos agujeros alcanza la profundidad de entre 60 y 100 metros.