El Monasterio de Piedra se suma a la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente

Monasterio de Piedra

El Complejo Turístico es un ejemplo de conservación de la fauna y flora sí como de prácticas ambientales sostenibles.
El Monasterio de Piedra, enclave singular en la Comarca de Calatayud (Zaragoza), participa en las celebraciones del día mundial del medio ambiente recordando los principios de su fundación, ligados a la conservación del patrimonio artístico, cultural y natural. Desde sus orígenes hace ahora 800 años, el Monasterio de Piedra ha apostado por prácticas medioambientales sostenibles.
Los monjes del Monasterio eran totalmente autosuficientes, cultivaban sus propias tierras y respetaban su entorno aprovechando los recursos naturales que les brindaba el entorno: agua, hierbas medicinales o madera para calentarse en el denominado “calefactorio”, etc.
En la época moderna, el complejo ha ido adoptando las últimas tecnologías disponibles para ser más eficiente energéticamente. Ya en 1945 se instaló una mini central hidroeléctrica de tipo fluyente para la producción eléctrica, aprovechando la energía generada por el río Piedra. En la actualidad, la calefacción y el agua caliente sanitaria se producen a través de una central de biomasa. Monasterio también cuenta con un sistema para la depuración de aguas residuales que permite mantener la pureza de las aguas del río Piedra.
“El respeto por el medio ambiente forma parte de nuestro ADN. Estamos muy orgullosos de mantener esta filosofía de trabajo en la que se prima un turismo respetuoso con nuestros principales activos, el Parque-Jardín Histórico y el Monasterio Cisterciense” comenta José Pont, director general de Monasterio de Piedra. “Estamos convencidos de que el turismo sostenible aporta un gran valor para todos los agentes implicados; tanto para el visitante, como para el sector en su conjunto y, por supuesto, para las comunidades locales de alrededor”.
En su afán por proteger la flora y la fauna, el Monasterio de Piedra contribuye en conservar un ecosistema de gran riqueza biológica asociado al río Piedra. En sus riberas crecen chopos, álamos, almeces y fresnos, que conviven con otras especies de árboles introducidas a lo largo de los años. Igualmente es refugio para numerosos animales, especialmente las aves, de las que se han registrado al menos 20 especies distintas en el recinto del Parque, y que utilizan este espacio para reproducirse, invernar o descansar en sus viajes migratorios.