El monstruo de las galletas y jardín con flores

Ya hace tiempo que teníamos ganas de hacer estas cupcakes. Las habíamos visto en otros blogs y nos encantaban!! así que esta vez nos hicimos con la típica boquilla para hacer césped o pelo, y nos lanzamos a probar. Sabíamos que con un poco (o mucha) paciencia y algo de maña lo lograríamos... a ver qué os parecen...
Empezamos por unas cupcakes de vainilla.
Para hacerlas utilizamos un  molde para cupcakes requetegenial. Recordad llenarlas algo más de la mitad, ya que no suben mucho, así que no tengáis miedo al echar la pasta. Horneamos hasta que se vean doradas (nosotras nunca miramos el tiempo, sino el aspecto que van cogiendo dentro del horno, el ojo es lo mejor).
Las sacamos y las dejamos enfriar un poco en el molde antes de pasarlas a una rejilla, y mientras tanto preparamos la buttercream.
A la hora de decorar simplemente cogemos la manga y vamos echando pequeños montoncitos de buttercream con la famosa boquilla Wilton 233, todos muy juntitos unos a otros, formando una "mata de pelo" hasta cubrir toda la cupcake. 
En el caso de las del jardín colocamos unas florecitas de fondant que, con muuucha paciencia, fuimos modelando una a una.
En las del monstruo de las galletas hicimos un agujero con el saca corazones de manzanas (no sé si se llama así  pero seguro que nos entendemos todos), lo rellenamos con nutella y luego volvimos a taparlo. Este estropicio no se nota porque luego las cubriremos con la buttercream.
Para la decoración le dimos la gracia con un trozo de galleta tipo cookie y unos ojos de fondant.
Las rellenas de nutella tenían su gracia pero las del jardín quedaron un pelín secas...
La conclusión después de probarlas una y otra y otra y otraaaaaaaa vez (había que asegurarse, jejeje), es que hay que remojarlas para que queden más jugosas (podéis probar este sirope de naranja, por ejemplo).
En cualquier caso, muy malas no estaban, porque las hicimos por la tarde tarde y para el desayuno ya no quedaba ninguna!!