Revista Cine

El monte de las ánimas, de Gustavo Adolfo Bécquer.

Publicado el 31 octubre 2013 por Meg @CazaEstrellas
"La noche de difuntos , me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas. Su tañido monótono y eterno me trajo a las mientes esta tradición que oí hace poco en Soria."El monte de las ánimas, de Gustavo Adolfo Bécquer.Hace un par de años en estas fechas os hablaba de Don Juan Tenorio. El año pasado le tocó a Stoker, aprovechando el centenario de su muerte. Hoy he decidido recurrir de nuevo a nuestra literatura, donde podemos encontrar auténticas joyitas como la que os traigo hoy. En general, en las leyendas de Bécquer podemos encontrar alusiones a hechos  misteriosos o transmundanos, pero estos elementos destacan especialmente en algunas en concreto, como es el caso de "El monte de las ánimas". Esta breve leyenda soriana cuenta cómo el joven Alonso le narra a Beatriz (su prima) lo que ocurrió  en el referido monte en tiempos de los Templarios. Posteriormente, nuestro protagonista se ve obligado  a acudir al meritado lugar para intentar complacer a su prima durante la noche de difuntos."Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales."El monte de las ánimas, de Gustavo Adolfo Bécquer.
Disfruto mucho cada vez que leo este breve relato. Siempre lo leo de noche y creo que la sensación de miedo que pretende transmitir está lograda con maestría. Tiene fragmentos realmente inquietantes y sobrecogedores que juegan al contraste de los sonidos turbadores con los silencios escalofriantes. 
"...El silencio de la medianoche; con un murmullo monótono de agua distante, lejanos ladridos de perros, voces confusas, palabras ininteligibles; eco de pasos que van y vienen, crujir de ropas que se arrastran, suspiros que se ahogan, respiraciones fatigosas que casi se sienten, estremecimientos involuntarios que anuncian la presencia de algo que no se ve y que no obstante se nota su aproximación en la oscuridad." El monte de las ánimas, de Gustavo Adolfo Bécquer.
Combina perfectamente los ingredientes propios del género, creando un ambiente misterioso y terrorífico hacia lo desconocido, porque el lector intuye que algo va a suceder, que alguien o algo va a hacer acto de presencia, y hasta que eso ocurre la tensión y el miedo van en aumento.Si no habéis leído las leyendas de este maravilloso escritor sevillano, hoy sería un buen día para empezar. Que tengáis una buena y terrorífica velada.

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