El nombre si importa

Hace pocos días tuve la oportunidad de acudir al Coloquio Nacional de Docentes de Nivel Medio Superior realizado en mi país. Por extraño que parezca, en lo que llevo de vida profesional, he trabajado muy de cerca con instituciones educativas, desde impartir clases, hasta desarrollar sistemas de información para el apoyo académico.

La intención de mi participación dentro del Coloquio era mostrar el SIE, un sistema de información realizado en el año de 2009, compartir las experiencias vividas durante el proceso de desarrollo e implementación y evidenciar sus excelentes resultados.

Nuestro taller se llamó “Sistema Integral Escolar”, preparamos el material necesario y discutimos los puntos a tratar durante el taller. Nos enfocamos en el contenido de tal forma, que sabíamos que los asistentes se llevarían un buen sabor de boca.

Al llegar al lugar, sólo era cuestión de esperar algunas horas para comenzar. Ya en el registro, nos entregaron el programa de todos los talleres, lo comencé a hojear y… sucedió, algo en nuestro taller no estaba bien y además, no podía hacer nada para remediarlo.

Al examinar uno a uno el nombre de los talleres me di cuenta que nuestro taller carecía de un nombre atractivo, al menos para el segmento de la docencia, y ese pequeño detalle mermó la asistencia a nuestro taller.

Tengo que decir con gusto, que los asistentes a nuestro taller se llevaron una gran sorpresa y recibimos comentarios muy halagadores. Sin embargo, lo importante aquí es recalcar que el nombre si importa, en los negocios muchas veces nos concentramos en desarrollar el producto, pero no podemos olvidar la “labor de ventas” y la mercadotecnia.

Ésta breve experiencia me hará recordar que no podré vender la mejor nieve del mundo, si las personas creen que lo que vendo es champurrado.

Tenemos que saber qué tenemos en nuestras manos y decirlo claramente, o gritarlo si es necesario, pero aprendamos a transmitir el mensaje correcto.