El nuevo ataque del imperio de los transgénicos

Varias noticias recientes sobre alimentos transgénicos han aparecido los últimos días en los medios, que una vez más pone al descubierto la fuerza de las empresas que los patentan y hasta donde están dispuestas a llegar. Y es que cuando se trata de propaganda y desinformación los laboratorios no escatiman en medios y son capaces de llevar a algunos medios a la ridícula situación de autocensurarse, aunque con ello tiren por los suelos su propia reputación. No se si el premio merecerá la pena. Por lo menos de momento comer transgénicos no es obligatorio, pero como no se le ponga freno no tardaremos en llegar a esa situación.

Por un lado en El País, se cuenta como han retirado un estudio que vinculaba el consumo de transgénicos con la aparición de tumores cancerígenos. El estudio apareció el año pasado en la revista Food and Chemical Toxicology, y sus resultados lo convierten en la primera prueba científica que convierte en realidad algo que era una sospecha, que existe una relación entre el consumo de alimentos transgénicos y el cáncer. El trabajo  firmado por el biólogo molecular Gilles-Eric Séralini, nunca fue muy popular dentro de la comunidad científica, la cual lo acusa de ser un estudio muy sesgado y  haber sido realizada en una pequeño e insuficiente número de ratas. Ahora, la presión ha hecho a la publicación pedir al autor que se retracte del estudio bajo amenaza de retirar la publicación, todo tras escuchar las conclusiones de un comité de expertos (no se dan nombres, ni a que organización pertenecen) aconsejara la retirada, para evitar seguir dañando a la industria biogenética.

Los transgenícos ¿amenaza para nuestra salud? Si

Nosotros nos preguntamos: ¿por qué no se amplia el estudio para aclarar de una vez la posible relación con el cáncer, en vez de tirar por los suelos una y otra vez cualquier intento de llegar a algún tipo de conclusión?  ¿Por que no hay ningún ente público que avale con la suficiente biseguridad la inocuidad del consumo de transgénicos? ¿por qué solo se lleva el debate de transgénicos al tema de la salud de los consumidores? ¿porqué no se habla de los perjuicios mediambientales originados  de su cultivo?…

El colmo es ver como las entidades públicas empiezan a ceder ante la presión de los grandes laboratorios, incluso en la UE, que se mantenía firme en su negativa al cultivo de transgénicos en su territorio (excepto España, lamentable una vez Sr Cañete), obligada por por una condena judicial parece dispuesta a permitir el cultivo de un transgénico ( seria el segundo en su historia tal el fallido intento de 2010  en que BASF recibió el visto bueno para cultivar su patata Amflora), esta vez se trata del maíz TC1507 de Dupont. La decisión podría tomarse el próximo día 13 de diciembre. Os mantendremos informados.

En el otro lado del charco la situación también parece proclive a los transgéncos. Y es el que el pasado día 28 de noviembre, Canadá autorizo la producción de huevos de salmón transgénico.  La decisión sobre su comercialización ahora esta en manos de la FDA (Food and Drug Administration) americana. Si bien hasta la fecha el debate de los llamados transgénicos se centraba en los cultivos vegetales, campo en el que la agencia norteamericana se ha mostrado bastante permisiva, acatando los informes benévolos de los propios laboratorios. Con este último movimiento parece que la puerta de nuestros platos se puede abrir a los alimentos de origen animal transgénicos. Y esto se hace sin saber a ciencia cierta los efectos positivos o negativos que sobre nuestra salud pueda tener.

Como veis el rodillo de los laboratorios fabricantes de transgénicos esta a plena maquina, pasa por encima de nuestra salud, sistemas judiciales, medios de comunicación y entes públicos. Y nadie ha demostrado que no sean perjudiciales para nosotros,  sin embargo, si que es claro que son perjudiciales para el medioambiente, y sobretodo, aparte de un buen negocio privado ¿para qué sirven los alimentos transgénicos? ¿queremos salmón transgénico?.