Revista Cultura y Ocio

El nuevo esclavo

Publicado el 10 agosto 2020 por María Bertoni

«La economía es el método; el objetivo es cambiar el corazón y el alma«.
Margaret Thatcher en diálogo con el Sunday Times, 3 de mayo de 1981.
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El nuevo esclavoEl nuevo esclavoAntes de que el COVID-19 llegara a la Argentina, la nueva película de Loach tenía fecha de estreno para el 10 de mayo pasado; se titularía Lazos de familia. Después del cierre de los espacios de exhibición por el aislamiento preventivo, la distribuidora Mont Blanc Cinema no anunció ni la exhibición online del film ni una nueva fecha de desembarco en salas.

Como Yo, Daniel Blake, Sorry we missed you también transcurre en Newcastle y comienza con la pantalla en negro y el sonido de las voces de personajes que conoceremos más adelante. En la nueva película de Ken Loach, el audio remite a una entrevista de trabajo donde el vocero de una empresa dedicada al delivery motorizado de compras online enumera las siguientes reglas corporativas: «No te contratamos, te incorporamos»; «No trabajás para nosotros sino con nosotros», «No repartís para nosotros, prestás un servicio», «No tenés un contrato per se ni objetivos, respetás los estándares de entrega», «Cobrás honorarios, no un salario».

La escena que podríamos llamar «de los preceptos» incluye aquéllos del postulante y protagonista Ricky: «Prefiero trabajar solo, ser mi propio jefe» y, ante la pregunta sobre si alguna vez cobró el subsidio por desempleo, la respuesta «Nunca… Tengo mi dignidad: antes prefiero pasar hambre».

Con este somero intercambio de palabras, Loach expone la manifestación discursiva del sistema neoliberal actual, es decir, del conjunto de prácticas y normas que buscan extender la lógica del mercado a otras esferas sociales, y crear un sujeto que se conciba y se conduzca como una empresa autónoma.

A medida que avanzan con el retrato del protagonista y su familia, el realizador birtánico y su guionista Paul Laverty parecen ilustrar las observaciones que los franceses Christian Laval y Pierre Dardot plasmaron en su libro La nueva razón del mundo, en especial las consecuencias devastadoras de la reducción del ser humano a un engranaje del tan promocionado emprendedorismo.

Como en películas anteriores, aquí también Loach denuncia el desmantelamiento de la llamada «sociedad de bienestar» y la precarización de la clase trabajadora que Margaret Thatcher y sus herederos políticos llevaron adelante en el Reino Unido. En Sorry… la referencia histórica aparece en boca de una de los clientes –en realidad pacientes– que la esposa de Ricky asiste a domicilio.

Dicho esto, el largometraje denuncia un presente globalizado, con manifestaciones locales distintas. Los argentinos la reconocemos en el protagonismo que empresas como Mercado Envíos, Rappi, Glovo adquirieron en los últimos años (más en tiempos de pandemia) y en el desprecio de sus gerentes hacia las leyes laborales vigentes en nuestro país, y hacia los políticos y sindicalistas que las promueven y/o defienden.

A la hora de componer a los esposos e hijos protagonistas, Kris Hitchen, Debbie Honeywood, Rhys Stone y Katie Proctor dan cuenta de la envergadura del daño que el sistema inflige en el seno familiar. Como otras películas de Loach-Laverty, ésta también amaga con dar un giro funesto que –con perdón del adelanto– nunca ocurre: es que la dupla autoral observa –y muestra– la tragedia asociada, ya no a un hecho fortuito que sacude una rutina, sino a una nueva normalidad (o «razón» según Laval y Dardot) ponderada, publicitada, engañosamente premiada y cada vez más alienante.

En esta entrevista que le concedieron años atrás al blog español Interferencias, los académicos franceses señalaron las falencias de buena parte de los análisis del neoliberalismo: «creemos conocerlo cuando en realidad no sabemos exactamente qué es ni de dónde viene» dijeron; de ahí la necesidad de una «inteligencia colectiva de la situación» para «resistirlo eficazmente». Sin dudas Sorry me missed you contribuye a la mayor comprensión de un modus vivendi irreductible a la renovación o superación histórica de los postulados del liberalismo clásico.

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PD. Durante un tiempo, Sorry me missed you estuvo disponible en Mubi. Con suerte ésta y/u otra plataforma de streaming vuelve(n) a exhibirla.


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