Revista Religión

El Obispo que no merece serlo

Por Alejandropumarino

El Obispo que no merece serlo

El obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, ha afirmado que ETA debe pedir perdón “por haber atropellado los derechos humanos de otros”, pero también el Estado “por los excesos de las fuerzas del orden en su respuesta” a la banda terrorista“.

La Iglesia Católica debe estar en su sitio, cuidando de asuntos menos terrenales que los asesinatos terroristas, y comete un grave error cuando opina sobre política, especialmente si aprueba la lucha de las nucas contra las pistolas, equiparando ambos contendientes en un ejercicio macabro de caridad cristiana. El Sr. Uriarte está mucho más guapo calladito, que diría Dª Esperanza, o dedicándose a predicar la fe católica de la que es pastor; si su deseo es ejercer la doctrina de Jesús en la práctica diaria, tiene millones de kilómetros cuadrados poblados por desfavorecidos habitantes del tercer mundo, que precisan tanto la comida y el agua como la cultura que los aparte de un paupérrimo nivel de vida. D. Juan María prefiere el chuletón vasco a la parrilla, degustándolo con la tranquilidad que proporciona en esos pagos la defensa explícita de la violencia tanto como el desprecio profundo a las víctimas. La solución es fácil: Acusar de desproporcionada la respuesta de las fuerzas del orden a los delitos etarras, es algo tipificado en el código penal. Hay sitio para el Sr. Ortega Cano, para el Obispo poco merecedor de serlo y para quien defienda o justifique la imposición de las ideas mediante la coacción y las armas.


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