Revista Cultura y Ocio

El otro lado de la música

Publicado el 10 abril 2014 por Oski @UtopiaDiasRojos
Vivimos inmersos en una profunda crisis económica, por eso cada vez más, a mí me parece digno de admirar que queden personas que pese a las trabas y a poder vivir de otra forma más cómoda decidan dedicarse de lleno a la música.
Empecé a ir a conciertos “independientes” allá por el 2005, dejándome el sueldo y consumiendo casi la totalidad de mi tiempo libre en algo que me apasionaba. He perdido la cuenta exacta pero me atrevo a asegurar que la cifra hasta hoy supera con creces los trescientos conciertos.
La mayoría fueron en salaspequeñas, con capacidad para no más de cien o doscientas personas. Pequeños reductos en los que sólo unos pocos locos nos damos cita. Detrás de cada uno de esos conciertos había un gran artista, con un trabajo a sus espaldas enorme y mucho, mucho amor al arte. Nadie podrá entender nunca lo que me duele ver una sala medio vacía y saber que ese día, el artista, va a perder dinero o va a tener "bronca" con los propietarios de la sala por no llenar. Porque si alguien tenía dudas: sí, esto es algo que sucede.
Puedo entender que una sala es un negocio, a pesar de que en ella se lleve a cabo una labor cultural, pero lo que no me cabe en la cabeza de ninguna manera es la actitud del “no has traído público” cuando en la mayoría de las ocasiones la propia sala no ha movido un músculo, lo único que han hecho ha sido ceder el espacio para el concierto y como mucho, anunciarlo en su página web. Esta actitud denota que esperan que sea el propio artista es que les garantice un público. No tratan de buscarlo por su cuenta.

Como público que soy y que siempre he sido puedo decir que hay lugares a los que me cuido muchísimo de ir o a los que acudo sólo en puntuales ocasiones. El trato que te dispensan da pena y los precios son desorbitados, si siguen teniendo afluencia es porque la gente va a escuchar a un artista al que sigue, pero sin esa excusa tardarían en cerrar dos días.

Lo más hipócrita de todo y lo que a mí más me repatea es que después salgan en los medios como "promotores de la música" cuando en mi opinión, lo único que promueven es un negocio que tienen muy bien agarrado, pues son los primeros beneficiados de que no se concedan nuevas licencias para salas de conciertos a nuevos locales. Ya no hablemos de lo que pagan al artista (cuando pagan…) y de los porcentajes de entrada que se quedan.
Naturalmente no se puede generalizar, existen salas que tienen iniciativa y hacen su labor de una forma envidiable y tanto artista como público se sienten muy queridos y arropados en ellas. Lamentablemente cada vez quedan menos de estas salas pero mientras sigan abiertas, me dejaré el sueldo si es necesario en ellas.
Supongo que por todo esto cada vez soy más selectivo con los conciertos a los que asisto, lo cual ya de por sí me duele, porque estoy cerrando una puerta que siempre me ha mantenido vivo, que ha sido la de descubrir nuevos artistas. Empiezo a pensar que a veces es mejor quedarse en el papel de público. Asistir y marcharte. No tratar de indagar lo que hay detrás, no tratar de ser parte de algo que no te pertenece, pero mi carácter o que directamente soy masoca me ha llevado a ello. Pero si me hubiera mantenido al margen ahora no tendría los amigos que tengo, muchos de los cuales viven de la música, ni habría conocido “el otro lado”.
Aún así, sigo creyendo en los artistas y en lo que hacen y seguirán teniendo mi apoyo incondicional, pase lo que pase, como he hecho hasta ahora. Cuando creo en algo o alguien lo apoyo hasta el final con todas sus consecuencias.
Supongo que algunas de las cosas que digo aquí no gustarán a todo el mundo. Evito dar nombres por evitarme problemas y discusiones tontas que sinceramente, no me apetecen lo más mínimo, pero creo que todos los que se dedican a esto saben a lo que me refiero.
Como se me ha hecho muy larga la reflexión y todavía me quedan muchas cosas por comentar, retomaré el hilo en una próxima publicación. Tal alguien piensa que estoy equivocado o que no estoy teniendo en cuenta ciertos factores, quedan abiertos los comentarios y respetaré cualquier opinión.
EL OTRO LADO DE LA MÚSICA

Volver a la Portada de Logo Paperblog